Tradición humanitaria

Suiza posee una larga tradición humanitaria. Desde hace siglos acoge a personas perseguidas por motivos religiosos o políticos, y en 1863 fundó la Cruz Roja, organización hoy conocida bajo las siglas CICR. La Confederación asume un papel activo en la ayuda al desarrollo y ofrece auxilios de primera urgencia en catástrofes humanitarias y conflictos. Trabaja para mitigar los efectos de la miseria y la pobreza en el mundo y para un desarrollo sostenible.

Entrada del Museo de la Cruz Roja en Ginebra
Como país fundador de la Cruz Roja y sede del Comité Internacional de la Cruz Roja, Suiza posee una larga tradición humanitaria. Museo de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, Ginebra. © DFAE, Presencia Suiza

La tradición humanitaria de Suiza cuenta con una historia de varios siglos. La ayuda suiza al desarrollo contribuye a reducir la pobreza y los riesgos globales y fortalece la paz y los derechos humanos. Las inversiones públicas de Suiza en la ayuda al desarrollo se elevaron en 2020 a cerca de 3.300 millones de francos, el equivalente de casi el 0,5 por ciento de la renta nacional bruta.

Historia de la tradición humanitaria

En los siglos pasados, los perseguidos por motivos religiosos o políticos buscaron protección en Suiza: desde los hugonotes durante la Reforma y Contrarreforma en el siglo XVI, pasando por los perseguidos políticos en la época posterior a la Revolución Francesa, durante ambas guerras mundiales y la Guerra Fría, hasta los refugiados en la época contemporánea.

Otro elemento de la tradición humanitaria supone la fundación de la Cruz Roja en 1863 por el humanista ginebrino Henry Dunant. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que hoy opera en todo el mundo, es el socio más importante de Suiza en el ámbito humanitario; por otro lado, Suiza es uno de los principales financiadores de la organización. Suiza es, además, sede del CICR y Estado depositario de la Convención de Ginebra de 1949.

Ayuda suiza al desarrollo

Los objetivos principales de la ayuda suiza al desarrollo consisten en la reducción de la miseria y la pobreza en el mundo, en un mayor respeto de los derechos humanos, en el fortalecimiento de la democracia y en la protección del medio ambiente. Suiza se esfuerza, además, en fomentar la independencia económica y la soberanía estatal, en mejorar las condiciones de producción, en prestar ayuda para superar los problemas medioambientales y en favorecer el acceso a la educación y a unos servicios sanitarios básicos.

Suiza puede recurrir, además, al Cuerpo Suizo de Ayuda Humanitaria (CSA) con sus 700 expertos y expertas que moviliza cuando se producen catástrofes naturales o conflictos. En los últimos años, este cuerpo de voluntarios intervino en la crisis de Siria, en el terremoto de Haití de 2021, después de los huracanes Iota y Eta en América central, así como tras la explosión de Beirut en 2020.

Así funciona el Cuerpo Suizo de Ayuda Humanitaria (de): 

La implementación de la estrategia suiza de cooperación internacional al desarrollo 2021-2024 cuenta con un presupuesto de 11.250 millones de francos. Los temas principales de esta estrategia son la creación de puestos de trabajo dignos en los países afectados, la lucha contra el cambio climático, la reducción de las causas del éxodo de poblaciones y de la migración irregular, así como la defensa de la constitucionalidad. Las ayudas bilaterales al desarrollo se centran en cuatro regiones prioritarias: África del Norte y Oriente Medio, África subsahariana, Asia (Asia central, meridional y suroriental) y Europa del Este.