La cultura suiza es una amalgama de las culturas alemana, francesa, italiana y retoromana las cuales han sido incorporadas a las particularidades propias de cada región lingüística suiza y cuyo resultado es una cultura autónoma matizada por las diferencias dialécticas y la influencia cultural que cada zona ha recibido.
Además, La vida cultural suiza siempre ha sido muy movida y a veces a nivel continental tuvo un efecto catalítico: pensemos en el dadaísmo, movimiento que partió de Zurich durante la primera guerra mundial; o en Hodler y Klee, precursores y clásicos del arte moderno.
Del mismo modo que lo hace en el plano de las comunicaciones y de las relaciones económicas, Suiza juega también el papel de plataforma giratoria en el ámbito cultural, encontrándose constantemente en el centro de un vasto movimiento de intercambios.
Mientras que numerosos artistas extranjeros continúan instalándose en Suiza, por su lado, los artistas suizos han sentido a menudo la necesidad de salir de las fronteras helvéticas para dar la plena medida de su talento; y los que dejaron el país, contribuyeron en parte de forma decisiva al desarrollo de la literatura y de las artes contemporáneas..
Así que la pequeñez de nuestro territorio no quiere decir que aquí no pase ni pasará nada. ¡Muy al contrario! Suiza abriga una vida cultural tan intensa como diversa.