La reconstrucción más allá de la emergencia

Proyecto terminado
Un edificio con banderas del ACNUR y dos mujeres con velo en un balcón.
Se rehabilitan edificios enteros para acoger a las poblaciones desplazadas por la guerra. © ACNUR ©

La destrucción en Siria alcanza proporciones desmesuradas y no cesa de aumentar el número de personas sin hogar. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados se encarga de coordinar todas las actividades de reconstrucción. Desde el comienzo de la crisis siria, la COSUDE ha aportado 13,4 millones de CHF a la organización para sus actividades en Siria. Expertos suizos han contribuido a desarrollar normas de construcción, cuyo objetivo a largo plazo es reinstalar a las poblaciones desplazadas.

Región/País Tema Período Presupuesto
Iraq
Jordania
Líbano
Marruecos
Siria
Túnez
Yemen
Migración
Desplazamiento forzado (refugiados, PDI, trata humana)
01.01.2016 - 31.12.2016
CHF  6’000’000

Tras cinco años de combates ininterrumpidos, el balance de la destrucción es escalofriante: 1,2 millones de edificios dañados y 400.000 completamente destruidos, según los censos realizados en el país. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estima en más de 1,7 millones el número de personas que viven en alojamientos improvisados.

El ACNUR coordina las actividades de las agencias de la ONU y las ONG en los sectores de la reconstrucción y de la creación de alojamientos provisionales en Siria. Además de haber aportado 13,7 millones de CHF, la COSUDE ha puesto a disposición del ACNUR a varios expertos del Cuerpo Suizo de Ayuda Humanitaria.

Construcciones de estructura sólida

Ingeniero de profesión, Henri Stalder es uno de los expertos suizos encargados. De enero de 2014 a abril de 2016, ha dirigido un proyecto del ACNUR gracias al cual, cada año, unos 200.000 desplazados sirios pueden estar nuevamente bajo techo. Esto significa contar con construcciones de estructura sólida, que representan un alojamiento más duradero que las carpas edificadas a toda prisa en un campo de refugiados. "Existen para nosotros dos tipos de alojamiento: por un lado, los refugios colectivos, por ejemplo una escuela en estado de abandono donde pueden alojarse varias familias. Por otro lado, rehabilitamos viviendas individuales destruidas a causa del conflicto y realojamos allí a aquellas personas que quieren volver a sus domicilios", declara Stalder.

En el primer caso, se trata de asegurar que cada familia pueda disponer de un espacio privado y que se instalen aseos y cuartos de baño que garanticen óptimas condiciones de higiene. Solo es posible reasignar viviendas una vez que se ha logrado garantizar un mínimo de estabilidad. "Están en juego la durabilidad de las viviendas reconstruidas y la seguridad de los beneficiarios", subraya el ingeniero suizo.

Concebir la construcción de alojamientos sin olvidar los servicios correspondientes

Por otra parte, la labor del ACNUR no se limita a facilitar ladrillos y cemento. "Debemos organizar el abastecimiento de agua y electricidad de los alojamientos y verificar que de verdad existen servicios sanitarios, así como tiendas en los alrededores", comenta Baria Alkafre, una joven ingeniera siria que ha formado parte del equipo de Henri Stalder. "No tendría sentido dar a las familias un techo en una zona en donde se las dejaría a su suerte."

Los equipos del ACNUR se preocupan también por incluir en sus reflexiones las necesidades de las comunidades de acogida, que desempeñan un papel primordial en la reinstalación de las poblaciones desplazadas.

Todos estos parámetros forman parte de las normas de asistencia desarrolladas por Henri Stalder y sus colegas del ACNUR para ofrecer la mejor calidad de vida posible a las víctimas del conflicto sirio. Todas las organizaciones humanitarias comprometidas en la reconstrucción de Siria aplican ahora dichos criterios elaborados por el ministerio sirio de administración local junto con diversas ONG.