La COSUDE revisa regularmente la efectividad de sus medidas y programas. Este proceso constituye la base para una serie de valoraciones y de cambios que se derivan de estas. Según el informe de evaluación publicado el 19 de octubre de 2017, la cooperación con ONG ha contribuido, entre otros aspectos, al reforzamiento institucional y temático de las mismas, proporcionando una importante ayuda a la hora de implementar los objetivos de la cooperación internacional. El equipo de evaluación de la empresa británica IOD Parc identifica tres áreas con el mayor potencial de optimización: un enfoque estratégico más claro para los partenariados en relación con la Agenda 2030, una armonización en la presentación de informes basados en resultados conjuntos y la revisión de procedimientos de autorización para ONG.
En el dictamen que la dirección de la COSUDE presentó ayer ante las organizaciones contrapartes se muestra una reacción positiva a los resultados y recomendaciones de la evaluación: se habrían alcanzado los objetivos de la revisión, es decir, la valoración de la relevancia y la promoción del proceso común de aprendizaje. “Las recomendaciones son instrumentos útiles para seguir reforzando la colaboración con nuestras organizaciones contrapartes”, comenta el director de la COSUDE, Manuel Sager. El compromiso de las ONG suizas contribuiría considerablemente a la implementación de los objetivos de la cooperación internacional y la ayuda humanitaria, por ejemplo, mejorando el acceso a los recursos como el agua o la tierra, reforzando la educación y la sanidad, promocionando los derechos humanos, apoyando una justicia social y contribuyendo a la prevención de catástrofes y a la solución de conflictos.
El centro de los esfuerzos para la implementación de las recomendaciones lo constituye la elaboración de un nuevo marco estratégico que responda a la creciente necesidad de diferentes partenariados de encontrar soluciones comunes a problemas de desarrollo complejos. Dicho marco se ha de elaborar junto con contrapartes de la sociedad civil y de la comunidad científica, así como con contrapartes clave en el Departamento Federal de Asuntos Exteriores (DFAE) y debe establecer las bases para la agilización de los procesos de autorización.