Estrategia de cooperación de Suiza para Oriente Medio: garantizar la seguridad de las poblaciones a largo plazo

Artículo, 19.10.2015

La Estrategia de cooperación de Suiza para Oriente Medio 2015-2018 hace hincapié en la seguridad de las poblaciones de Siria, Irak, Jordania y Líbano aun cuando perduran los conflictos en la región. La ayuda humanitaria es el elemento central del compromiso de Suiza y se complementa con proyectos de ayuda al desarrollo, esfuerzos desplegados en el ámbito de la diplomacia humanitaria y varias iniciativas tendientes a mejorar la seguridad humana y las condiciones de migración.

Un hombre llena un bidón con agua.
El acceso de las poblaciones al agua potable es una de las prioridades establecidas por Suiza en el marco de su compromiso en Oriente Medio. © UNHCR

La crisis en Siria, sus repercusiones en los países vecinos, así como la situación de conflicto en Irak constituyen grandes retos para la cooperación internacional en Oriente Medio. Las dificultades de acceso a las poblaciones más necesitadas, la multiplicidad de grupos armados, la explosión del número de personas desplazadas y las tensiones con las comunidades de acogida ilustran la complejidad de organizar la ayuda humanitaria en la región.

Mediante una Estrategia de cooperación elaborada para los años 2015 a 2018, la COSUDE se propone combinar la ayuda de emergencia desplegada en Siria, Irak, Jordania y Líbano con una visión más sostenible del desarrollo de las poblaciones concernidas. Su capacidad para hacer frente a la inestabilidad a largo plazo - es decir la resiliencia - implica un acceso garantizado a los servicios básicos, la protección de la población civil y un aprovisionamiento seguro de agua potable.

Thomas Oertle, jefe de la División Oriente Medio y África del Norte en la COSUDE, proporciona detalles sobre el plan de acción adoptado por Suiza.

En una región tan volátil como Oriente Medio, ¿cómo contemplar una estrategia de compromiso para cuatro años?
Es evidente que toda estrategia de cooperación ha de tener debidamente en cuenta el contexto frágil y volátil en el que es implementada. Es de crucial importancia trabajar con escenarios y principios de adaptación correspondientes a fin de que en caso de un fuerte cambio en el contexto se pueda adaptar el programa de cooperación en función de la situación. Además, en muchos enunciados de tal estrategia (como p. ej., datos presupuestarios por país o por tema) se trata necesariamente de valores aproximados que han de garantizar un alto grado de flexibilidad en la implementación concreta.

¿Qué novedades comporta la Estrategia 2015-2018 en comparación con lo que Suiza ha emprendido en Oriente Medio hasta hoy?
Yo pondría de relieve tres cambios. En primer lugar, se confiere mayor importancia al tema "Agua" - un precioso recurso cada vez más estratégico en Oriente Medio - de la que hasta ahora se le ha dado en el compromiso de Suiza.

En segundo lugar, una de las prioridades es establecer en la implementación de los proyectos una cultura de resiliencia o capacidad de resistencia de la población. Brindar únicamente ayuda de emergencia humanitaria a corto plazo en una crisis de larga duración como la de Siria, no sería la respuesta apropiada. Se debería reforzar la capacidad de resistencia de los desplazados y de las poblaciones de acogida a fin de que sean más resilientes ante los conflictos y menos dependientes de la ayuda de emergencia a corto plazo. Lo mismo cabe decir sobre la prestación de servicios sostenibles de las instituciones locales.

En tercer lugar, se trata de una estrategia de todas las oficinas federales de Suiza implicadas en la cooperación internacional con la región de Oriente Medio. Por una parte, ello debería mejorar la coherencia y, por otra parte, la coordinación y las sinergias entre las actividades de las distintas oficinas federales.

¿Cuáles son las ventajas de Suiza con respecto a otros países donantes?
Una de las ventajas de Suiza es indudablemente el hecho de que ella también implementa proyectos. Pienso, p. ej., en el apoyo a familias de acogida que, a cambio de ayuda en efectivo, albergan a refugiados sirios en el norte de Líbano o en el saneamiento de un total de 84 escuelas en Jordania y en Líbano gracias a las cuales puede desarrollarse en mejores condiciones la formación de más de 50'000 alumnos y alumnas. Debido a que centenares de miles de niños refugiados no pueden ser escolarizados, dicho saneamiento es una necesidad porque ofrece una perspectiva de futuro a los niños afectados.

Gracias al Cuerpo suizo de ayuda humanitaria, Suiza puede, además, poner a disposición de las distintas organizaciones de ayuda que operan en la región expertos altamente cualificados incluso en países donde Suiza no tiene presencia oficial como en Siria e Irak.

Otra ventaja de Suiza en Oriente Medio radica en su neutralidad e independencia. Ello le permite, entre otras cosas, mantener un diálogo con todas las partes y resultar creíble en su lucha por el respeto del derecho internacional humanitario y por un mejor acceso a la ayuda humanitaria.