Diplomacia empresarial para el desarrollo sostenible

Artículo, 23.11.2016

El grupo Earth Security Group, socio estratégico de la COSUDE, determina nuevas modalidades de cooperación entre el sector privado y los gobiernos y la sociedad civil para evitar las crisis de recursos y promover el crecimiento sostenible. El grupo ha creado el concepto de "diplomacia empresarial para el desarrollo sostenible".

Un trabajador de una mina de cobalto en la provincia de Katanga, en Congo, transporta dos sacos de mineral recién extraído (13.01.2011).
Un trabajador de una mina de cobalto en la provincia de Katanga, en Congo, transporta dos sacos de mineral recién extraído (13.01.2011). © Keystone

"Las empresas internacionales se enfrentan cada vez más al escrutinio público por las consecuencias que sus actividades tienen sobre los recursos y los derechos humanos en los países en desarrollo. Se están dando cuenta de que la sostenibilidad es vital para obtener la licencia social de operación", dice Alejandro Litovsky, un argentino residente en Londres que fundó el Earth Security Group (ESG), un socio estratégico de la COSUDE. 

Alejandro Litovsky presentó recientemente el concepto de diplomacia empresarial para el desarrollo sostenible al personal de la COSUDE y a sus asociados en Berna. El grupo quiere que las agendas de las empresas pasen de la responsabilidad social empresarial a la cooperación con los gobiernos en modelos de desarrollo sostenible. 

Lo que encontramos en la agenda del ESG es :

  • usar datos para tender puentes entre distintas percepciones

  • buscar ámbitos de intervención

  • hacer que las empresas dejen atrás la responsabilidad social empresarial

  • mejorar las relaciones de cooperación entre los gobiernos y las empresas

Mayor estrés social y ambiental

La diplomacia empresarial consiste en establecer asociaciones: en un artículo publicado recientemente en The Guardian, Alejandro Litovsky contó que las empresas farmacéuticas están siendo objeto de un mayor escrutinio debido a los problemas de contaminación en las fábricas de India y China donde fabrican y se abastecen las multinacionales. El fracaso de los sistemas nacionales de control de la contaminación implica, asegura, que las empresas farmacéuticas mundiales tendrán que cooperar con las agencias de desarrollo, las organizaciones internacionales y la sociedad civil para asegurarse de que mejoran los controles de la contaminación en los países proveedores. 

Según el fundador del ESG, durante los próximos 5 a 10 años, las empresas multinacionales de los sectores de infraestructuras, extractivo y agrícola –los cuales usan recursos de forma intensiva–experimentarán un mayor estrés social y ambiental en los países en desarrollo. Las grandes presas, minas, fábricas y granjas están cada vez más expuestas a factores tales como la escasez de agua, los conflictos de tierras, los cortes de energía, la contaminación del agua y las condiciones meteorológicas más extremas. En su presentación en Berna, Alejandro Litovsky añadió: "El trabajo que están haciendo los organismos como la COSUDE para aportar soluciones a estos problemas proporciona modelos y oportunidades de aprendizaje únicos a los que las empresas pueden unirse para hacer una contribución positiva a los países donde llevan a cabo sus operaciones".

'Las empresas como diplomáticos'

Alejandro Litovsky describió la nueva realidad de los gobiernos: la economía interconectada a nivel mundial está avanzando más rápido que la capacidad de los gobiernos nacionales para gestionar el desarrollo sostenible. A medida que aumentan las inversiones en recursos en los países en desarrollo, las lagunas legales y la no aplicación de las leyes que debieran garantizar un acceso equitativo a los recursos son una de las principales fuentes de conflicto social. 

"A las empresas no les basta con la responsabilidad social empresarial y la autoregulación para evitar crisis públicas", dijo Alejandro Litovsky, quien sostuvo que los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas deben considerarse el nuevo marco político de las empresas. "Las empresas deben comportarse más como diplomáticos e ir más allá de la responsabilidad social empresarial, utilizando su influencia para generar cambios positivos y cooperando con la sociedad civil y los gobiernos para mejorar las situaciones".

El Índice de Seguridad de la Tierra

Desde 2014, el ESG ha publicado un informe anual llamado Índice de Seguridad de la Tierra, que utiliza los datos sobre cada país para determinar los factores sociales, ambientales y de gobernanza interconectados que están socavando la seguridad de los países en desarrollo. El informe proporciona una herramienta estratégica para alentar al sector privado a responder a las prioridades de desarrollo, recomienda a las empresas que establezcan relaciones de colaboración más progresistas e innovadoras para apoyar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en formas que son también estratégicas para sus operaciones a largo plazo". El ESG recomienda usar el informe como una guía práctica para diseñar las estrategias empresariales, vincular la alineación de una empresa con las prioridades del país, y servir de base para el diálogo de las empresas con los gobiernos. 

El Índice de Seguridad de la Tierra 2016 se centra en la industria extractiva, las infraestructuras, la alimentación y la agricultura, y el agotamiento de los acuíferos a nivel mundial. Cada capítulo incluye un análisis de la situación actual, en particular una representación visual global de las presiones existentes sobre los recursos en los países en desarrollo que son claves para las inversiones en cada sector. Por otra parte, el informe identifica las presiones sobre el desarrollo, formula recomendaciones para los directivos de empresas, esboza los futuros desafíos regionales y presenta estudios de casos.

Tres preguntas para Alejandro Litovsky

Alejandro Litovsky
Alejandro Litovsky © ESG

Señor Litovsky, ¿cuándo y por qué se le ocurrieron las ideas de la diplomacia empresarial para el desarrollo sostenible y del Índice de Seguridad de la Tierra?

En 2011 me pidieron que proporcionara a un grupo de bancos e inversores internacionales directrices sobre la manera de abordar el polémico asunto del "acaparamiento de tierras". Elaboré un informe que mostraba cómo los riesgos de inversión en tierras eran una oportunidad para invertir en modelos de negocio más sostenibles e incluyentes. La cuestión del acceso a la tierra estaba estrechamente relacionada con otras vulnerabilidades, como la seguridad alimentaria, el cambio climático y el acceso al agua. Sin embargo, los inversores no tenían un marco de referencia para valorar esas cuestiones y entender lo que podían esperar de las inversiones.