A pesar de la existencia de diferentes rutas migratorias, Libia sigue siendo un lugar de tránsito para miles de víctimas de la violencia que intentan llegar a Europa por mar. Más de 150.000 personas emprendieron la peligrosa travesía por el Mediterráneo en 2015. Mientras que algunas fueron rescatadas, más de 2.900 personas perdieron su vida en el intento.
El flujo de emigrantes que deciden atravesar el Mediterráneo ha aumentado desde comienzos de 2016, a medida que se cierran las fronteras en la región de los Balcanes. Se estima que unos 16.500 emigrantes han llegado a Italia desde las costas de Libia entre enero y abril de 2016. Durante este periodo, los apresamientos de embarcaciones a la deriva han vuelto a ser titulares de las noticias.
Numerosas violaciones de los derechos humanos
Las personas que desean emigrar abarcan un amplio espectro de nacionalidades y biografías, comenzando por los mismos libios. Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de medio millón son personas desplazadas dentro de su propio territorio, en su gran mayoría tras haber huido de la violencia y los combates que se libran en Libia desde 2011. Se suman a esta categoría miles de ciudadanos sirios, iraquíes o de otros países, a los que se reconoce como refugiados de guerra o solicitantes de asilo. Finalmente, Libia acoge asimismo a un gran número de emigrantes "económicos" provenientes sobre todo del África subsahariana.
Entre muchos de estos "emigrantes mixtos", como los llama el ACNUR, existe un denominador común: tener que enfrentarse a violaciones diversas de sus derechos humanos durante su estancia en Libia. Sufren a diario agresiones físicas y detenciones arbitrarias y su libertad de movimiento está restringida. Esta situación afecta tanto a las personas que desean emigrar por el Mediterráneo como a los náufragos rescatados en el mar.
Doble asistencia en Bengasi y Trípoli
En este contexto, la COSUDE brinda ayuda a dos ONG – Cesvi y Danish Refugee Council – para la asistencia que dichas organizaciones ofrecen a las poblaciones migrantes en distintos ámbitos. Cesvi, una ONG italiana, concentra su labor en Bengasi, al este de Libia, donde distribuye medicamentos y artículos de higiene. Cesvi presta también apoyo psicológico a las personas más débiles y, de ser necesario, transfiere casos a otras organizaciones especializadas. Más de 2.000 personas se benefician del apoyo de la ONG, que asimismo imparte cursos de capacitación para el personal libio de varios centros de internamiento en temas como protección de las personas, migración mixta, derechos humanos y de los migrantes, etc.
Por su parte, Danish Refugee Council (DRC) ofrece los mismos servicios en la región de la capital, Trípoli, los cuales incluyen cursos de capacitación y una labor de sensibilización de los vigilantes. Más de 3.000 migrantes han sido beneficiarios de estos servicios de la ONG. Es sumamente apreciado el servicio que la ONG les presta de poder ponerse en contacto con los parientes que siguen en su país a través de una línea telefónica gratuita instalada en los centros de internamiento correspondientes.
Defensa de los derechos y protección
El asesoramiento en materia jurídica o psicosocial de los emigrantes constituye una prioridad para las dos ONG apoyadas por la COSUDE. La mayor parte de los refugiados, solicitantes de asilo o emigrantes ordinarios que vive en territorio libio se siente desorientada y desamparada frente a la multitud de trámites que debe efectuar. Los que se encuentran encarcelados ni siquiera saben cuáles son sus derechos.
Tanto Cesvi como DRC invierten mucho tiempo en detectar las necesidades de los migrantes a quienes han decidido acompañar en función del grado de vulnerabilidad que presentan. A continuación, ambas organizaciones retransmiten los casos a las autoridades nacionales competentes y al ACNUR. Cuando los individuos o las familias obtienen el estatus oficial de refugiados, las ONG llevan a cabo todos los trámites necesarios para que las personas afectadas reciban toda la protección a que tienen derecho.
La migración y la protección son dos temas prioritarios de la labor de Suiza en África del Norte. Solo para Libia, la COSUDE ha aportado más de 2 millones de CHF a fin de respaldar diferentes proyectos en dichos ámbitos.
