Los campesinos en contacto con el sector privado

Proyecto terminado
Las mujeres representan el 40% de los beneficiarios del proyecto financiado por la COSUDE. © COSUDE ©SDC_JoaoCosta_Zwela

En el norte de Mozambique, la COSUDE pone en contacto a los campesinos con diversas empresas del sector privado para aumentar la producción agrícola y luchar contra la pobreza. El suministro de semillas de calidad a los agricultores es un factor esencial.

Región/País Tema Período Presupuesto
Mozambique
Empleo y desarrollo económico
Agricultura y seguridad alimentaria
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Apoyo a empresas e inclusión económica
Desarrollo agrícolo
Desarrollo de pequeñas y medianas empresas
01.01.2014 - 31.12.2017
CHF  8’185’000

En Mozambique, la COSUDE cuenta ya con una dilatada experiencia en materia de desarrollo rural. A través de varios proyectos, dedica sus esfuerzos a mejorar las condiciones de vida de los pequeños agricultores, dos tercios de los cuales, en el norte del país, viven por debajo del umbral de pobreza nacional. El sector agrícola emplea el 80% de la mano de obra local. 

Con el proyecto INOVAGRO, que se inició en 2011, la COSUDE busca institucionalizar –y si es posible, consolidar– la relación entre los agricultores de tres provincias del norte de Mozambique (Zambezia, Cabo Delgado y Nampula) y varios proveedores y compradores del sector privado. Para los pequeños agricultores, ir más allá de la agricultura de subsistencia para generar ingresos implica valorizar sus productos en el mercado y, para ello, introducirse en los canales comercialización. 

Una extensa constelación

Los empresarios con los que se anima a los agricultores a establecer contactos son de dos tipos. Por un lado, están las empresas que compran productos cultivados: soja, guisantes de Angola, sésamo, cacahuete y maíz. Por otro lado, están las empresas especializadas en la producción de semillas para su venta a los agricultores. Las instituciones de microcréditos y los fabricantes de maquinaria agrícola completan el cuadro. 

El proyecto INOVAGRO, financiado por la COSUDE, ha acompañado hasta hoy a unos 12 000 pequeños agricultores en esta extensa constelación. Los agricultores reciben información sobre sus derechos en las relaciones comerciales y contractuales. Pueden asistir a clases de alfabetización y se les acompaña en la realización de los trámites para adquirir los títulos de propiedad de sus parcelas, o se les anima a diversificar sus cultivos. Unidos en cooperativas, los agricultores aprenden a desarrollar mecanismos de distribución de riesgos para protegerse, por ejemplo, ante los desastres meteorológicos. El norte de Mozambique posee tierras muy fértiles, pero expuestas a inundaciones frecuentes. 

Semillas de calidad

Antes de las cosechas, la COSUDE y sus asociados multiplican las gestiones y el establecimiento de contactos para poner a disposición de los agricultores semillas de buena calidad y en cantidad suficiente. La COSUDE actúa como facilitador para incitar al Ministerio de Agricultura de Mozambique y a las empresas interesadas a entablar un diálogo. Juntos, los agentes públicos y privados establecen las normas de calidad de las semillas y reflexionan sobre la manera de adaptar la legislación en función de las necesidades. 

Los consorcios privados van tomando consciencia de cuán lucrativo puede ser el sector del suministro de semillas. Los pequeños agricultores, por su parte, entienden el valor añadido de invertir oportunamente en la compra de semillas. Desde este punto de vista, el proyecto INOVAGRO insta a un cambio profundo en las prácticas comerciales. 

Aumentar la productividad de los más pobres

Un aspecto fundamental del proyecto es que está dirigido a los agricultores más pobres, los que cultivan menos de una hectárea de tierra cultivable, y que, a menudo, carecen de título de propiedad. Se prevé que 15 000 pequeños agricultores –el 40% de los cuales son mujeres– hayan aumentado su productividad de aquí a finales de 2017. Otro objetivo clave de la intervención de la COSUDE es fortalecer el papel que las agricultoras desempeñan dentro de sus comunidades. 

Los resultados registrados hasta la fecha en el terreno son alentadores. Entre 2013 y 2016, las explotaciones familiares que participan en el proyecto han aumentado sus ingresos anuales en más de un 100%, pasando en promedio de 60 dólares estadounidenses a 150 (teniendo en cuenta que cada familia se las arregla para desarrollar actividades paralelas a la producción agrícola). Estos excelentes resultados explican que se haya ampliado la oferta de estos servicios a los agricultores de las provincias de Cabo Delgado y Nampula, y que, quizás, más adelante se amplíe a otras regiones.