Somalia: los problemas de una intervención en un contexto de crisis que se prolonga

Proyecto terminado
Además de prestar ayuda de urgencia, el CICR también actúa en Somalia ofreciendo a los agricultores los medios para atender sus propias necesidades gracias al suministro de insumos e instrumentos agrícolas. © CICR

La población somalí no solo se enfrenta a una extrema pobreza sino que también es continuamente víctima de violencia y de choques climáticos. Los enfrentamientos dificultan cualquier asistencia. La COSUDE respalda sobre el terreno al CICR, una de las pocas organizaciones que puede operar en todo el país, financiando sus actividades con 4 millones de CHF en 2016 con el fin de proveer a los habitantes de recursos destinados a un desarrollo a medio y largo plazo.

Región/País Tema Período Presupuesto
Somalia
Asistencia humanitaria y RRC
Derechos humanos
Estado de derecho - democracia - derechos humanos
Ayuda y servicios materiales de emergencia
Derechos humanos (incluidos los derechos de las mujeres)
01.01.2016 - 31.12.2016
CHF  4’000’000

Somalia vive en una situación de crisis prolongada. Sus habitantes sufren las consecuencias de los enfrentamientos que hacen estragos desde hace una veintena de años así como de los fenómenos climáticos extremos como la sequía. De una población total de más de diez millones, cerca de la mitad de los somalíes depende de la asistencia humanitaria.

Acceder a aquellas personas que requieren ayuda representa un verdadero problema para las organizaciones humanitarias y las agencias de desarrollo, las cuales deben operar en un entorno que se enfrenta a una multitud de grupos armados, como Al Shabab. El CICR es una de las escasas organizaciones capaz de llegar a las poblaciones situadas en las zonas de combate. Cuenta con cinco oficinas operacionales repartidas por todo el país y la red de la Media Luna Roja somalí. En 2016 la COSUDE ha desembolsado 4 millones de CHF destinados a las operaciones del CICR en Somalia.

Reforzar el entendimiento y el respeto del derecho internacional humanitario

«Todas nuestras actividades son llevadas a cabo con total transparencia y con el consentimiento de las autoridades pertinentes. El objetivo es ganar la confianza de las comunidades y de las partes en conflicto», recalca Jordi Raich Curcó, jefe de la delegación del CICR en Somalia. Es indispensable para la organización reforzar la aplicación del derecho internacional humanitario, condición sine qua non para acceder a las personas atrapadas en los enfrentamientos.

En este sentido, el CICR ha comenzado a producir diversas obras estableciendo paralelismos entre la cultura somalí y el derecho humanitario. Estas publicaciones son difundidas a lo largo y ancho del país y presentadas, entre otros, a los jefes de las comunidades. Asimismo, el CICR forma a los soldados de la armada nacional y a los de la Misión de la Unión Africana en Somalia con respecto a este derecho. 

Garantizar el acceso a la atención sanitaria y al agua potable

En relación a la asistencia humanitaria, el CICR se muestra especialmente activo en el ámbito de la salud y respalda en particular cuatro grandes hospitales con el objetivo de mejorar la calidad de la atención prestada a los civiles heridos por los enfrentamientos. El hospital de Kismayo, en el sur de Somalia, es uno de ellos. El CICR forma en este hospital al personal sanitario, suministra equipos médicos y renueva las salas de operaciones.

El acceso al agua potable es otra prioridad. El CICR manda excavar pozos, instala sistemas de recuperación del agua de lluvia y repara las infraestructuras existentes. Se involucra a las comunidades locales y más tarde se las forma para llevar a cabo el mantenimiento de estas instalaciones.

El CICR distribuye igualmente pastillas potabilizadoras de agua a los habitantes de las ciudades y de los pueblos afectados por las inundaciones. Durante la estación lluviosa el riesgo de epidemia aumenta considerablemente una vez que los ríos se desbordan y el lodo invade los pozos. Se trata por tanto de  reducir a toda costa los casos de diarrea y de otras enfermedades de origen hídrico.

Una situación agravada por El Niño

Desde finales del año 2015 lo que hace el fenómeno climático El Niño es agravar el riesgo de inundación en diversos lugares de Somalia, como pasó en 1997 y 2006. En base a experiencias precedentes, el CICR ha adoptado diferentes medidas preventivas, entre las cuales se encuentra la distribución de 150 000 sacos de arena entre las poblaciones que habitan en las inmediaciones de los ríos Juba y de Shebelle.

En el norte del país (Sool, Sanaag y Bari), sin embargo, El Niño a desecado miles de hectáreas de tierra, reavivando el espectro de la hambruna para 350 000 personas. Allí, en colaboración con la Media Luna Roja somalí, el CICR distribuye arroz, judías y aceite.  

Un compromiso a largo plazo

Paralelamente a las intervenciones de urgencia y en vista de la situación de crisis persistente, el CICR muestra su compromiso por un desarrollo de Somalia a medio y largo plazo.

«En el sector de la agricultura, por ejemplo, apoyamos a los agricultores suministrándoles semillas, fertilizantes, pompas hidráulicas o tractores y ofreciéndoles una serie de formaciones para aprender a controlar nuevas técnicas de producción», aclara Jordi Raich Curcó.

En cuanto al ámbito penitenciario, los presos reciben formación por parte del CICR en carpintería y costura, ofreciéndoseles así la oportunidad de reinsertarse en la sociedad una vez que hayan salido de prisión.