Movilización contra el VIH/SIDA en las cárceles del África meridional

Proyecto terminado
Se estima que entre el 50% y el 75% de los encarcelados en los países del África meridional padecen el VIH/SIDA. ©

Vista la alarmante tasa de prevalencia del VIH/SIDA en las cárceles del África meridional, la COSUDE se compromete con la reforma del sistema de atención sanitaria en centros penitenciarios de Malaui, Suazilandia, Zambia y Zimbabue. Se acompaña a las autoridades competentes en la implementación de estándares de atención sanitaria predefinidos y se imparten cursos formativos al personal penitenciario. Asimismo, se financian nuevas infraestructuras destinadas en particular a mujeres y presos jóvenes.

Región/País Tema Período Presupuesto
Comunidad para el Desarrollo del África Austral (SADC)
Salud
Enfermedades de transmisión sexual inclusive el VIH/sida
Salud y derechos reproductivos
Enfermedad infecciosa
01.08.2015 - 30.09.2018
CHF  3’734’300

Los países del África meridional siempre han registrado, proporcionalmente, el mayor número de personas portadoras del VIH/SIDA en el mundo. El territorio cubierto por la Comunidad para el Desarrollo del África Meridional (SADC, 15 países en total) contiene el 3% de la población mundial, pero el 20% de los pacientes afectados por el VIH/SIDA en todo el planeta.

Estas cifras son incluso más alarmantes si pensamos en la situación de las cárceles en esta región del mundo. La superpoblación de las cárceles es un problema generalizado, con una tasa de ocupación del 138% y 205 personas encarceladas por cada 100.000 habitantes (frente a 82 presos por cada 100.000 habitantes en Suiza).

Si añadimos la carencia de estructuras adecuadas de atención sanitaria y la falta de preservativos a disposición de los presos a la promiscuidad constatada, la consecuencia es que se consideran afectados por el VIH/SIDA y la tuberculosis entre el 50% y el 75% de los encarcelados. Es más, el acceso sumamente limitado de los presos a la atención sanitaria y a productos de primera necesidad impide que los pacientes seropositivos se beneficien del tratamiento antirretroviral adecuado, lo cual aumenta a su vez el riesgo de contagio a sus parejas.

Adopción de estándares mínimos

Frente a esta realidad, las autoridades de los Estados miembros de la SADC reaccionaron ya en 2012 mediante la adopción de una serie de estándares mínimos para garantizar la salud de los presos en sus países. El problema es que los estándares se aplican en contadas ocasiones. La COSUDE ha detectado aquí la oportunidad de compartir sus conocimientos en materia de políticas públicas vinculadas al VIH/SIDA, un ámbito en el que trabaja activamente en el África meridional desde 2002.

Habida cuenta del grupo de población de riesgo al que acompaña, la labor que apoya la COSUDE en las cárceles es decisiva, y se beneficia de la cofinanciación procedente de otras dos organizaciones: Voluntary Service Overseas y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). Las tres instituciones colaboran para actuar en cuatro niveles principales:

  • a escala regional, se organizan encuentros frecuentes con las autoridades de los países de la SADC a fin de inculcar de forma teórica y práctica la necesidad imperativa de respetar los derechos humanos de los presos;

  • a escala nacional, en la primera fase en Malaui, Suazilandia, Zambia y Zimbabue, el proyecto acompaña a los ministerios afectados por el problema de las enfermedades de transmisión sexual en centros penitenciarios (ministerios del interior, de salud pública) en la adaptación de las distintas leyes y reglamentos aplicables;

  • sobre el terreno se ofrecen cursos formativos al personal de prisiones, a los responsables nacionales del sector penitenciario, así como a diversas organizaciones de la sociedad civil activas entre los presos sobre los desafíos que plantea el VIH/SIDA, los derechos de los prisioneros y la atención sanitaria que debería facilitarse;

  • una última parte del presupuesto se destina a la construcción o la renovación de infraestructuras en las cárceles: centros para realizar la prueba del VIH/SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual, instalaciones sanitarias, espacios reservados a mujeres y niños, lugares de producción agrícola, etc. Inicialmente, se beneficiarán de estas infraestructuras 26 cárceles de Malaui, Suazilandia, Zambia y Zimbabue con unos 70.000 presos.

Las mujeres en el punto de mira

Para la COSUDE y sus contrapartes, las prioridades absolutas a todos los niveles de intervención son la salud y el respeto de los derechos de las mujeres presas. Un análisis de la situación indica que, en efecto, las prisioneras, que representan menos del 3% del total de la población encarcelada en los países del África meridional, sufren repetidas violaciones de su intimidad. A fin de poder beneficiarse de una comodidad o alimentación mínimas, a veces llegan a prostituirse, si es que no son víctimas de violaciones perpetradas por otros presos o los guardas.

Los presos menores de edad son otra de las minorías que debe protegerse en el contexto de la superpoblación carcelaria. En el marco del proyecto, la COSUDE y sus contrapartes trabajan con las autoridades competentes a fin de transferir a los más jóvenes a centros penitenciarios especializados.