Nepal: Un abanico de medidas contra la violencia de género

Proyecto terminado
Foto de grupo desde arriba de las participantes
Participantes femeninas en el Training of Trainers (ToT) de 16 días para el empoderamiento de mujeres jóvenes de julio de 2017 © UNFPA

La violencia de género es un problema muy extendido en Nepal, causa del estancamiento del desarrollo sostenible. Por ello, la COSUDE y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (United Nations Population Fund, UNFPA) lanzó a principios del 2016 un proyecto de prevención y acción concebido para una duración de 3 años que sirve para informar a mujeres y niñas sobre cuáles son sus derechos y alentarlas a identificar agresiones. A los hombres y niños se les motiva a modificar su comportamiento con respecto a las mujeres, mientras que a las víctimas se las ha de tratar mejor y con más diligencia. Ya se pueden constatar los primeros y alentadores cambios.

Región/País Tema Período Presupuesto
Nepal
Género
Derechos humanos
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Violencia sexual y de género
Derechos humanos (incluidos los derechos de las mujeres)
01.02.2016 - 31.12.2020
CHF  3’743’000

El proyecto está dirigido a 120 000 hogares en tres de los 75 distritos de Nepal: Okhaldhunga, región en el punto de mira de la COSUDE y considerablemente afectada por el terremoto que tuvo lugar en la primavera del 2015, así como Udayapur y Sindhuli, donde el UNFPA también actúa en el marco de otros proyectos.

Para obtener la información sobre el alcance y el grado de conocimiento con respecto a la violencia de género (Gender Based Violence – GBV), primeramente se llevó a cabo una encuesta en 1618 hogares, para lo que se entrevistó a 408 hombres y a 1210 mujeres.

Una violencia contra las mujeres a la orden del día

Los resultados de la encuesta hablan por sí solos: el 87% de las mujeres y el 97% de los hombres indicaron tener conocimiento de casos de violencia contra mujeres y niñas. Entre los ejemplos más extendidos se encuentran la violencia doméstica, la violación (incluida la violación por parte del marido y el acoso sexual en espacios públicos) y la poligamia. Otros estudios en Nepal llegaron a la conclusión de que al menos una de cada cinco mujeres en Nepal ha sido víctima de violencia. En general, se supone que el alto índice de suicidios entre las mujeres en edad reproductiva tiene que ver con la violencia de género.

Sensibilización y ayuda a través de formaciones coordinadas

Posteriormente a la encuesta se vienen realizando diversas formaciones desde enero del 2017. Los temas que se abordan van desde bases jurídicas hasta aspectos específicos relativos a la salud. Las personas que imparten la formación trabajan con juegos de rol, estudios de caso, presentaciones, clases, discusiones, secuencias audiovisuales y juegos. Cuentan con gran éxito, sobre todo, los entrenamientos en parejas, en los que los matrimonios aprenden a comunicar mejor y a ser más conscientes de las consecuencias negativas de la violencia en la familia.

GBV Watch Groups específicos aprenden cómo prestar las primeras ayudas a las mujeres afectadas y de qué manera derivarlas a servicios especializados, así como a tratar de la mejor manera posible esta problemática en la municipalidad. Las mujeres jóvenes reflejan en los cursos de empoderamiento sus propias experiencias y su concepción de los roles. El personal sanitario aprende a detectar indicios de violencia en sus pacientes femeninas y a ofrecer la ayuda pertinente, incluso en el caso de que tal vez expongan otros motivos para justificar sus heridas. Policías hombres y mujeres no solo se ocupan de profundizar en las bases legales, sino que también aprenden a tratar con más empatía a las víctimas de la violencia.

Cinco policías hombres y una policía mujer intercambian opiniones sobre un caso
Una vez finalizadas las formaciones, la policía apoya de forma más efectiva a las víctimas de la violencia de género © UNFPA

Reacciones que demuestran que el proyecto funciona

Las reacciones de los participantes en las actividades en grupo indican que, tras un relativo breve período de tiempo, ya se pueden constatar cambios positivos. «Las sesiones con las mujeres jóvenes me hacen creer en mí y en la influencia positiva que puedo ejercer sobre la comunidad», dice, por ejemplo, Manashi Acharya de Udayapur. «Ahora conozco más profundamente temas como la violencia de género, el matrimonio infantil y otros muchos. Estoy deseando poder transmitir ese conocimiento a mi comunidad».

Incluso a una socia de una cooperativa de mujeres de Udayapur le han llamado la atención los cambios: «He percibido significantes cambios en las chicas de mi comunidad», comenta. «Antes de las sesiones de empoderamiento, las jóvenes eran reacias a salir de la casa, o incluso nunca lo hacían. Ahora participan en concursos de oratoria o de música y baile. Al principio pensaban que las ellas no debían salir de casa, pero ahora opinan que pueden trabajar igual que ellos. Las chicas han de asumir compromisos e incluso funciones directivas, al igual que los chicos».

Kishun Kumar, un participante del entrenamiento entre parejas, ha dejado de gritar e insultar a su mujer y a su hija: «Me he dado cuenta de que tengo que comenzar conmigo mismo si verdaderamente queremos cambiar algo en la comunidad».

El número de mujeres denunciando violencia y agresiones ha aumentado vertiginosamente y las personas trabajando en el proyecto constatan que la policía y las instituciones sanitarias reaccionan de forma más profesional y efectiva gracias al proyecto.

La señora Manashi Acharya, Udayapur
Manashi Acharya, Udayapur © UNFPA

Es imaginable ampliar las actividades a otros municipios

La primera fase del proyecto se extiende aún hasta finales del 2018. En vista de los alentadores resultados es imaginable ampliar las actividades a otros municipios.