“Después de Addis Abeba, soy optimista con respecto a la Agenda Post 2015”

Artículo, 29.07.2015

Del 13 al 16 de julio de 2015 se celebró en la capital de Etiopía, Addis Abeba, la Tercera Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo. La comunidad internacional acordó un marco para la implementación y la financiación del desarrollo sostenible. El embajador Michael Gerber fue jefe de negociación de la delegación suiza. En esta entrevista, describe las negociaciones y menciona los resultados.

El embajador Michael Gerber (izquierda) junto al Ministro de Cooperación para el Desarrollo y Acción Humanitaria de Luxemburgo, en Addis Abeba.
El embajador Michael Gerber (izquierda) la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo en Addis Abeba. © UNECA

¿Cómo podría resumirse el resultado de la Conferencia sobre la Financiación para el Desarrollo celebrada en Addis Abeba?
El documento final de la Tercera Conferencia sobre la financiación para el Desarrollo constituye un avance significativo en comparación con los resultados de la primera y la segunda conferencia, de Monterrey en 2002 y Doha en 2008, respectivamente. El texto es equilibrado y contiene concesiones de los países del Sur y del Norte.

En Addis Abeba se ha creado un marco para la cooperación internacional y la implementación y la financiación de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), sucesores de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

¿Cuáles son las novedades del nuevo marco?
El debate sobre la financiación para el desarrollo se ha modernizado y ampliado temáticamente. Por primera vez, se da una atención especial a la cuestión del medio ambiente. Hasta ahora, el debate sobre la financiación del desarrollo se centraba principalmente en la cooperación oficial.

En Addis Abeba se debatieron nuevos instrumentos de financiación tales como, por ejemplo, los del sector privado o de los partenariados público-privados. Al mismo tiempo, se trató el problema de los flujos de capital ilícitos desde los países en desarrollo a los países del norte o la repatriación de fondos de potentados extranjeros. Con respecto a este punto, Suiza ha influido decisivamente en el documento final y también ha llevado a cabo un acto al respecto.

Otro de los temas destacados por Suiza fueron el abaratamiento del coste de las transferencias y el mejor aprovechamiento de las remesas de los emigrantes a sus países de origen, dado que estos flujos financieros son tres veces mayores que la ayuda oficial al desarrollo.

¿Contaba usted con que las negociaciones fuesen tan positivas?
Las negociaciones fueron constructivas, pero también difíciles desde el principio, dado que había muchos temas controvertidos. Sobre la cooperación internacional en materia fiscal, por ejemplo, no se logró avanzar hasta la última tarde de la conferencia. 

¿Por qué se produjo esta dinámica?
El hecho de que la comunidad internacional lleve ya dos años hablando sobre la agenda posterior a los Objetivos de Desarrollo del Milenio ha contribuido a la buena dinámica de las negociaciones. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible tendrán validez universal. Así que en gran medida ya había un marco normativo previo a Addis Abeba, marco que ha influido fuertemente en el debate sobre la financiación. Ningún Estado tenía interés en que fracasaran las negociaciones. Esto habría impactado negativamente sobre la Agenda Post 2015 con los ODS y la Cumbre del Clima de París de diciembre de 2015.   

¿Qué papel ha desempeñado Suiza?
En muchos aspectos, Suiza fue ya mediadora en la fase previa a la conferencia, particularmente en los ámbitos del seguimiento y la revisión, es decir, a la hora de comprobar si se han alcanzado las metas establecidas y se han cumplido los compromisos. Los jefes de negociación pidieron a Suiza que ejerciera al respecto un papel de coordinación y mediación.

Suiza también ha mediado entre los países del Sur y los del Norte en temas como la igualdad de género, los fondos de potentados, la movilización de activos financieros nacionales y el papel de la migración y del sector privado, y ha dejado claramente su impronta en el documento final.

Además, Suiza ha organizado algunos de los más de 200 actos paralelos como, por ejemplo, sobre la repatriación de fondos de potentados y el compromiso del sector privado con el desarrollo sostenible. Suiza participó asimismo en actos sobre los derechos humanos, la migración o la reducción del riesgo de catástrofes, entre otros. El foro empresarial, que duró un día y en el que participaron representantes del sector privado de todo el mundo, fue un gran éxito y también fue apoyado por Suiza. 

¿Ha quedado asegurada la financiación de la cooperación al desarrollo o sigue habiendo cuestiones pendientes?
El objeto de la conferencia de Addis Abeba era debatir y concretar el tipo de flujos financieros que se requiere para un desarrollo sostenible; un concepto que va mucho más allá de la cooperación al desarrollo tradicional. La financiación de la ayuda al desarrollo, naturalmente, sigue siendo importante, pero hoy en día solo constituye una pequeña parte de la totalidad de los flujos financieros a los países del Sur. No se puede decir que el financiamiento de la cooperación al desarrollo esté asegurado. Esas cantidades se tendrán que seguir movilizando durante los próximos 15 años.

En Addis Abeba se ha reafirmado el objetivo de que los países donantes destinen el 0,7% del producto interno bruto (PIB) a la ayuda oficial al desarrollo. Suiza, cuya ayuda oficial se sitúa actualmente en un 0,49% del PIB, reconoce este objetivo a largo plazo, aunque sin fijar un plazo vinculante.

¿En qué se diferencia el plan de implementación y financiación para los ODS con respecto a los ODM? ¿Se han adaptado los mecanismos?
Durante mucho tiempo, la ayuda oficial al desarrollo dominó el debate sobre la financiación del desarrollo; un debate centrado en aquello que los países donantes podían hacer por los países receptores. Dado que el contenido de la Agenda Post 2015 va a ser mucho más amplio que los Objetivos de Desarrollo del Milenio y su validez va a ser universal, y no solo vinculante para los países en desarrollo del Sur, necesitamos un marco de financiación más amplio. Por eso, aparte de la ayuda oficial al desarrollo, deben considerarse todos los demás flujos de financiación que contribuyan al desarrollo sostenible. En consecuencia, es necesario adaptar los mecanismos financieros existentes a las nuevas circunstancias y a los requisitos futuros.

¿Cuáles serán los siguientes pasos hacia la agenda sucesora de los Objetivos de Desarrollo del Milenio?
Los Objetivos para el Desarrollo Sostenible se adoptarán en la cumbre de Nueva York en septiembre de 2015. Hasta entonces deberán haber concluido las negociaciones correspondientes. En diciembre se celebrará en París la Cumbre del Clima, que también guarda una relación temática y política con los objetivos para un desarrollo sostenible.

Tras Addis Abeba, ¿es usted optimista con respecto a la posición de Suiza sobre la Agenda Post 2015?
Sí, soy muy optimista. Hasta ahora, Suiza ha logrado intervenir fuertemente en el contenido de las negociaciones. Tanto en los ODS como en el documento final de Addis Abeba se reflejan muchos puntos prioritarios de la posición Suiza. Estos se mantendrán, seguramente, hasta finalizar el proceso. Son, pues, condiciones favorables para la cumbre de Nueva York. 

Objetivos para un Desarrollo Sostenible

En 2015 finaliza el período de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) adoptados por la ONU el año 2000. La meta principal era reducir la pobreza mundial a la mitad para finales de 2015, algo que la comunidad internacional ha logrado antes del plazo previsto. Los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS) siguen a los ODM y los enlazan con la Agenda de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible. Suiza se implica a fondo en la llamada Agenda Post 2015 para un desarrollo sostenible.

Post-2015 Agenda (en)

 

Artículo, 29.07.2015

Del 13 al 16 de julio de 2015 se celebró en la capital de Etiopía, Addis Abeba, la Tercera Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo. La comunidad internacional acordó un marco para la implementación y la financiación del desarrollo sostenible. El embajador Michael Gerber fue jefe de negociación de la delegación suiza. En esta entrevista, describe las negociaciones y menciona los resultados.

El embajador Michael Gerber (izquierda) junto al Ministro de Cooperación para el Desarrollo y Acción Humanitaria de Luxemburgo, en Addis Abeba.
El embajador Michael Gerber (izquierda) la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo en Addis Abeba. © UNECA

¿Cómo podría resumirse el resultado de la Conferencia sobre la Financiación para el Desarrollo celebrada en Addis Abeba?
El documento final de la Tercera Conferencia sobre la financiación para el Desarrollo constituye un avance significativo en comparación con los resultados de la primera y la segunda conferencia, de Monterrey en 2002 y Doha en 2008, respectivamente. El texto es equilibrado y contiene concesiones de los países del Sur y del Norte.

En Addis Abeba se ha creado un marco para la cooperación internacional y la implementación y la financiación de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), sucesores de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

¿Cuáles son las novedades del nuevo marco?
El debate sobre la financiación para el desarrollo se ha modernizado y ampliado temáticamente. Por primera vez, se da una atención especial a la cuestión del medio ambiente. Hasta ahora, el debate sobre la financiación del desarrollo se centraba principalmente en la cooperación oficial.

En Addis Abeba se debatieron nuevos instrumentos de financiación tales como, por ejemplo, los del sector privado o de los partenariados público-privados. Al mismo tiempo, se trató el problema de los flujos de capital ilícitos desde los países en desarrollo a los países del norte o la repatriación de fondos de potentados extranjeros. Con respecto a este punto, Suiza ha influido decisivamente en el documento final y también ha llevado a cabo un acto al respecto.

Otro de los temas destacados por Suiza fueron el abaratamiento del coste de las transferencias y el mejor aprovechamiento de las remesas de los emigrantes a sus países de origen, dado que estos flujos financieros son tres veces mayores que la ayuda oficial al desarrollo.

¿Contaba usted con que las negociaciones fuesen tan positivas?
Las negociaciones fueron constructivas, pero también difíciles desde el principio, dado que había muchos temas controvertidos. Sobre la cooperación internacional en materia fiscal, por ejemplo, no se logró avanzar hasta la última tarde de la conferencia. 

¿Por qué se produjo esta dinámica?
El hecho de que la comunidad internacional lleve ya dos años hablando sobre la agenda posterior a los Objetivos de Desarrollo del Milenio ha contribuido a la buena dinámica de las negociaciones. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible tendrán validez universal. Así que en gran medida ya había un marco normativo previo a Addis Abeba, marco que ha influido fuertemente en el debate sobre la financiación. Ningún Estado tenía interés en que fracasaran las negociaciones. Esto habría impactado negativamente sobre la Agenda Post 2015 con los ODS y la Cumbre del Clima de París de diciembre de 2015.   

¿Qué papel ha desempeñado Suiza?
En muchos aspectos, Suiza fue ya mediadora en la fase previa a la conferencia, particularmente en los ámbitos del seguimiento y la revisión, es decir, a la hora de comprobar si se han alcanzado las metas establecidas y se han cumplido los compromisos. Los jefes de negociación pidieron a Suiza que ejerciera al respecto un papel de coordinación y mediación.

Suiza también ha mediado entre los países del Sur y los del Norte en temas como la igualdad de género, los fondos de potentados, la movilización de activos financieros nacionales y el papel de la migración y del sector privado, y ha dejado claramente su impronta en el documento final.

Además, Suiza ha organizado algunos de los más de 200 actos paralelos como, por ejemplo, sobre la repatriación de fondos de potentados y el compromiso del sector privado con el desarrollo sostenible. Suiza participó asimismo en actos sobre los derechos humanos, la migración o la reducción del riesgo de catástrofes, entre otros. El foro empresarial, que duró un día y en el que participaron representantes del sector privado de todo el mundo, fue un gran éxito y también fue apoyado por Suiza. 

¿Ha quedado asegurada la financiación de la cooperación al desarrollo o sigue habiendo cuestiones pendientes?
El objeto de la conferencia de Addis Abeba era debatir y concretar el tipo de flujos financieros que se requiere para un desarrollo sostenible; un concepto que va mucho más allá de la cooperación al desarrollo tradicional. La financiación de la ayuda al desarrollo, naturalmente, sigue siendo importante, pero hoy en día solo constituye una pequeña parte de la totalidad de los flujos financieros a los países del Sur. No se puede decir que el financiamiento de la cooperación al desarrollo esté asegurado. Esas cantidades se tendrán que seguir movilizando durante los próximos 15 años.

En Addis Abeba se ha reafirmado el objetivo de que los países donantes destinen el 0,7% del producto interno bruto (PIB) a la ayuda oficial al desarrollo. Suiza, cuya ayuda oficial se sitúa actualmente en un 0,49% del PIB, reconoce este objetivo a largo plazo, aunque sin fijar un plazo vinculante.

¿En qué se diferencia el plan de implementación y financiación para los ODS con respecto a los ODM? ¿Se han adaptado los mecanismos?
Durante mucho tiempo, la ayuda oficial al desarrollo dominó el debate sobre la financiación del desarrollo; un debate centrado en aquello que los países donantes podían hacer por los países receptores. Dado que el contenido de la Agenda Post 2015 va a ser mucho más amplio que los Objetivos de Desarrollo del Milenio y su validez va a ser universal, y no solo vinculante para los países en desarrollo del Sur, necesitamos un marco de financiación más amplio. Por eso, aparte de la ayuda oficial al desarrollo, deben considerarse todos los demás flujos de financiación que contribuyan al desarrollo sostenible. En consecuencia, es necesario adaptar los mecanismos financieros existentes a las nuevas circunstancias y a los requisitos futuros.

¿Cuáles serán los siguientes pasos hacia la agenda sucesora de los Objetivos de Desarrollo del Milenio?
Los Objetivos para el Desarrollo Sostenible se adoptarán en la cumbre de Nueva York en septiembre de 2015. Hasta entonces deberán haber concluido las negociaciones correspondientes. En diciembre se celebrará en París la Cumbre del Clima, que también guarda una relación temática y política con los objetivos para un desarrollo sostenible.

Tras Addis Abeba, ¿es usted optimista con respecto a la posición de Suiza sobre la Agenda Post 2015?
Sí, soy muy optimista. Hasta ahora, Suiza ha logrado intervenir fuertemente en el contenido de las negociaciones. Tanto en los ODS como en el documento final de Addis Abeba se reflejan muchos puntos prioritarios de la posición Suiza. Estos se mantendrán, seguramente, hasta finalizar el proceso. Son, pues, condiciones favorables para la cumbre de Nueva York. 

Objetivos para un Desarrollo Sostenible

En 2015 finaliza el período de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) adoptados por la ONU el año 2000. La meta principal era reducir la pobreza mundial a la mitad para finales de 2015, algo que la comunidad internacional ha logrado antes del plazo previsto. Los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS) siguen a los ODM y los enlazan con la Agenda de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible. Suiza se implica a fondo en la llamada Agenda Post 2015 para un desarrollo sostenible.

Post-2015 Agenda (en)