Libro de canciones


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Novedades locales, 11.09.2019

En enero, el Ekeko hizo que me encontrara con un señor en una farmacia, nos sacamos una foto, era un gran stronguista, me dio su tarjeta, trabajaba en la cooperación suiza. “Cualquier cosa, Papirri”, me dijo tan amable. Con la tarjeta ingrese a la web y pude saber que existía una convocatoria para la séptima versión del Fondo Excelencia Artística 2019 que financiaba un proyecto con incidencia social para artistas consagrados. En noviembre de este año estoy de aniversario, 40 años como cantautor, “¿por qué no postulo?”, me dije miedoso... “¿Con que cosita?”, mascullé… Fue en un insomnio paceño que encontré el Songbook de Chico Buarque, allí me atacó la idea de hacer uno similar con 40 canciones mías y postular al fondo. Elaboramos el proyecto con un amigo oenegero que sabe del tema, con objetivos generales, específicos, resultados esperados, acciones, población meta y lo presentamos sin mucha esperanza. En febrero vino la sorpresa mayor, la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude) aceptó el proyecto Libro de Canciones 40 años del Papirri, ¡había ganado el Fondo Excelencia Artística 2019! Ch’allamos de lo lindo.

El Libro de Canciones 40 años del Papirri
El Libro de Canciones 40 años del Papirri ©DFAE

Entonces armamos un equipo técnico adecuado para elaborar el libro. En la transcripción de partituras, el músico y pedagogo Manuel Rocha; en diseño gráfico y diagramación, la joven profesional Laura Mercado, ambos de Cochabamba; en la dirección de la línea gráfica e ilustraciones, el talento de Alejandro Arxondo; la producción audiovisual a cargo de Carlos Fiengo y comenzamos a trabajar en marzo. No tuve fin de semana libre estos seis meses por el diseño del libro, moroso había sido el tema, menos mal Laurita tenía una paciencia de madre. Los lunes y martes nos trasnochamos también seis meses con el transcriptor, otro hombre paciente que aguantó mis obsesiones al pasar la tradición oral de mis canciones a partitura en melodía y cifra armónica. En el camino se me ocurrió algo nuevo: invitar a algunos escritores, poetas, músicos que escriban cortito sobre alguna canción mía que les significó algo. Mandé la solicitud a 30, respondieron 23 positivamente, en abril empezaron a llegar los escritos como gotera. El primer texto fue del poeta chuquisaqueño Álex Aillon, referido a la canción Hasta ahurita, me encantó, nos subió el ánimo. Luego llegó el texto del poeta y cantautor orureño Vadik Barrón sobre la canción Pa ques decir y así, poco a poco, la fui atormentando más a la diseñadora. Tuve que transcribir también las 40 letras, peinarlas, pulirlas, poner traducciones de tantas palabras en aymara y quechua urbanos que inundan mis textos, buscar fotos antiguas y modernas, recibir las ilustraciones de Arxondo. Caí en cuenta de que no tenía mi primer LP, Hasta ahurita de 1984, un pariente me lo mandó mágicamente desde el chaco argentino, utilizamos aquellas ilustraciones hermosas de Alejandro Salazar de ese disco y del segundo LP Cuentacantos (1990). Entonces a Fiengo se le ocurrió la idea de incluir un código QR en cada partitura que alivió grandemente la sensación de frustración que trae la transcripción de melodía y cifra, el código QR te remite a la canción, Carlitos puso las 40 canciones en un espacio virtual llamado Papirri Digital, esto fue un aporte importante para que el interesado pueda escuchar y ver la canción y sobre todo al más oral de los elementos: el rítmico. Avanzábamos y retrocedíamos de lo lindo. Yo, siempre poblado de dudas, a veces remaba al revés, entonces el Manu Rocha me decía: “Tranquilo, kilo”. Hacíamos tres y hasta cuatro versiones en partitura de cada canción.

Luego vino el peregrinaje por varias imprentas, la calidad del libro exigía una imprenta voluntariosa. Gracias a Iris Mirabal, que se encargó de la tramitología, conseguimos una imprenta paceña de un buen cuate bolivarista que se adaptó al presupuesto. El asunto es que el Libro de Canciones 40 años del Papirri está listo, está hermoso; la primera edición será obsequiada por Cosude a los institutos de música de Bolivia en un acto a realizarse el 17 de septiembre en el auditorio Avelino Siñañi, con la presencia del ministro de Educación, Roberto Aguilar, un ministro que apoya a los artistas. Quiero agradecer a la Embajada de Suiza en Bolivia y a Cosude por el apoyo y por haber logrado en el ocaso de mi carrera experimentar esa sensación infantil de ganar un premio, además de permitir que saquemos luego lueguito, con autofinanciamiento, una edición que estará disponible al público. Reserva tu ejemplar al watsap 732 21878. Lindo está. Pa ques decir.