Un audiovisual al emprendimiento: Eduardo Calves Somoza y la Agricultura Familiar


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Novedades locales, 11.05.2023

La Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) cumple poco más de dos décadas de trabajo en beneficio del pueblo cubano. 

Agricultura Familiar
Agricultura Familiar © Proyecto PIAL

La cooperación suiza es pilar fundamental de las relaciones bilaterales cubano-helvéticas, representando gran volumen en lo referente a la ayuda internacional para el desarrollo de Cuba. Una de las prioridades de COSUDE, en correspondencia con las estrategias del Gobierno cubano, es incrementar la producción de alimentos a la par de la gestión descentralizada, el desarrollo local y la agricultura sostenible, no como parámetros excluyentes sino priorizando proyectos donde estos principios convivan, en pos del desarrollo comunitario.

 

Así llega un proyecto gestionado por Eduardo Calves Somoza, quien, además de ser especialista del Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA), es realizador, editor y guionista audiovisual. Mezclando sus múltiples quehaceres, Eduardo trabaja en un documental sobre la agricultura ecológica y familiar que tiene como protagonistas a beneficiarios directos del Programa de Innovación Agrícola Local (PIAL), un proyecto liderado por COSUDE en colaboración con el INCA, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), entre otras copartes, para crear oportunidades laborales y económicas y mejorar la calidad de la alimentación de las personas, en medida de lo posible.

 

¿Cómo surge la idea de hacer un documental sobre la agricultura familiar?

La idea surgió hace unos 4 años, cuando conocí a Felicia Mesa y su familia, campesinos de siempre, de raza negra, propietarios de una finca con casi 200 años de historia que ha pasado de generación en generación.

En aquel entonces, “Felicita”, para quienes la conocen de cerca, se acercaba al proyecto PIAL que le ofrecía nuevas oportunidades para el desarrollo de la agroecología en la finca y le despertaba sus capacidades como mujer emprendedora.

Le comencé a dar forma a la idea y aprovechaba visitas a la finca para grabar algunas imágenes e incluso entrevistas, pensando en la posibilidad de hacer un documental que no sólo mostrara a los agricultores, sino a personas que pueden, aún en medio de enormes dificultades, convertir el campo en un emprendimiento exitoso.

Por otra parte, fui conociendo la historia de Felicita, sus hermanos, hijos, sobrinos, la historia de la finca, su voluntad para superar obstáculos y su vocación por el conocimiento que ahora le facilitaba PIAL.

Un día Felicita me habla de Jorge Medina, emblemático agricultor lajero, involucrado en el desarrollo de PIAL por el 2004. Casualmente, Medina y el esposo de Felicia eran amigos desde muy jóvenes, por ahí vino la conexión con el Programa. Los Medina también practican la agricultura familiar y ecológica, también con una mujer como protagonista: Luisa, esposa de Jorge, devenida en una excelente emprendedora, persona muy locuaz, carismática y celosa guardiana de las semillas en la finca. Tengo imágenes de la familia Medina y conozco bien la historia de su finca. Ahí definí mejor la idea de hacer un audiovisual que mostrara a estas dos familias como agricultores emprendedores.

 

COSUDE trabaja hace poco más de veinte años en el desarrollo de la agricultura como pilar fundamental en el acceso a alimentos y, con ello, el desarrollo de la comunidad. ¿Por qué elegir la agricultura familiar como centro de su proyecto audiovisual?

La agricultura familiar es quizás la agricultura que más éxito ha tenido a lo largo de la historia, probablemente desde el Antiguo Egipto.

Esta forma del trabajo agrícola, al implicar a casi toda la familia, fundamentalmente padres e hijos, es una agricultura de compromiso, con lo que se produce y permite su existencia en el tiempo. En el mundo, también en Cuba, hay evidencias muy reveladoras de fincas que han pasado de generación en generación, conservando sus potencialidades, la riqueza de sus suelos y aguas, las arboledas, el diseño paisajístico, aun cuando sean pequeñas propiedades.

Casi siempre es también una agricultura ecológica, sobre todo, con la conciencia que se ha ganado en los últimos 30 años. Cuando llegamos a una finca familiar es posible reconocer la huella de cada miembro de la familia, especialmente de las mujeres que se empeñan en cuidar la estética, la jardinería, la economía. En estas fincas es posible respirar el sano olor del campo y cumplir con una dieta variada y saludable, con abundancia de hortalizas y frutas. Es una regla con excepciones, por supuesto, pero en general es así.

 

¿Cree usted que es necesario atender este tema, en contribución al desarrollo sostenible del país?

Es complicado responder a esa pregunta. El desarrollo sostenible no implica sólo a la agricultura, es también la energía, las materias primas, la implicación de la gente y la concientización del problema y sus soluciones.

El desarrollo sostenible depende en primera instancia de las personas, dígase el campesino, el médico, el chofer o el recolector de deshechos. Todos somos responsables, todos debemos respetar y ser, en consecuencia, respetados, tener acceso a información y conocimientos. Son importantes las políticas públicas, pero ellas por sí solas no resolverán el problema.

Podemos tener un poderoso parque de autos eléctricos, pero si la carga de las baterías se realiza con la energía convencional, la intención se queda únicamente en la buena idea.

El tema es imprescindible para el desarrollo sostenible de la Isla, y debemos asumirlo con responsabilidad, transparencia, mucha educación al respecto, campañas comunicacionales interactivas.

 

¿Qué tiempo tiene destinado para la producción y postproducción del material audiovisual que nos propone?

Las fechas planificadas deben variar un tanto, pues la realidad ha cambiado desde febrero a la fecha, han subido los costes de todo, desde un simple refrigerio hasta lo que cobra un asistente de cámara o un editor. Personas con las que he trabajado ya no están en Cuba, pero en lo esencial las fechas se mantienen, en el rango de lo posible, para cumplir con el estreno en octubre.

Los inconvenientes, aunque reales, son salvables y no afectarán el cronograma, pensado además en esas posibles vicisitudes. Preproducción y producción entre mayo y julio, quizás algunas fechas de agosto. La edición del documental y las cápsulas, entre septiembre y octubre.

 

¿Qué beneficios reales, tangibles, le aporta COSUDE al desarrollo de su proyecto?

Por más que a veces decimos que el dinero no es importante, desgraciadamente no es así, no es el fin en sí mismo, pero es un medio necesario y en la Cuba actual es casi imposible una producción audiovisual sin dinero. La época en que un grupo de “socios” planificábamos una obra y la sacábamos a “pulmón”, ya no existe.

Es posible que alguien nos ajuste precio, que nos presten un cable, un micrófono, un rebotador, pero una producción, por sencilla que sea, es más que eso. He ahí la importancia del financiamiento de COSUDE: facilita la producción, agiliza los tiempos y garantiza que el producto final sea, cuando menos, decoroso.

Por otra parte, es posible contar con una merienda, un almuerzo o la garantía de que el dinero no será problema para el coste de un servicio, la renta de un equipo u otro gasto cualquiera.

 

¿Crees que la cooperación internacional de Agencias como COSUDE es beneficiosa para el desarrollo en Cuba?

La cooperación internacional no es sólo importante para Cuba, urgida siempre de financiamientos para alcanzar metas en la investigación, la salud, el desarrollo local.

Este tipo de ayuda ha dejado huellas físicas en muchas localidades, universidades, centros de investigación en Cuba, pero también ha dejado huellas que se evidencian en políticas públicas, en la gobernanza.

El proyecto PIAL, por ejemplo, ha marcado positivamente la política de semillas, la diversificación de las fincas, el empoderamiento de muchos agricultores, los renovadores conceptos de extensionismo. Es destacable como muchos científicos incorporan a los campesinos en sus procesos de investigación.

Se piensa que la cooperación internacional sirve para resolver temas financieros, pero no, deja también métodos y aprendizajes que, en el contexto cubano, pueden significar otras miradas más inclusivas y de corte social.