
La Unidad Educativa funciona desde 1980 y atiende a los niveles inicial, primaria y secundaria, bajo la normativa aprobada a nivel mundial desde la Federación Internacional de Sordos, a través del lenguaje de señas y braille.
“Cuando un estudiante sordo solicita participar de una carrera técnica o licenciatura, los docentes de la Unidad acompañan en este proceso en los espacios educativos respectivos y contribuyen a su inclusión”, dice Daniel Gil, director de la unidad educativa. El Centro, a través de 5 docentes, atienden 20 estudiantes bajo la modalidad directa, es decir que los estudiantes pueden ser acompañados, en otros espacios educativos externos, por docentes tanto en Universidades, Institutos o Centros de Educación Alternativa que los participantes definan para su profesionalización.
“Si algún estudiante está definido a hacer determinada carrera lo acompañamos y también preparamos la unidad educativa donde participará el estudiante sordo tanto en la parte social como en la curricular”, explica Gil y expresa que cuentan con estudiantes en las áreas de horticultura y confección textil en referencia a la formación técnica.
¿Cómo entender la inclusión? Esta es una pregunta central para las personas con discpacidad y se expresa en el reconocmiento de una diversidad. Al respecto, la utoridad señala, que la inclusión debe ser entendida desde la perspectiva de que todos y todas nos adaptemos a las necesidades de las personas sordas o con alguna discpacidad. “Uno tiene que aprender a comunicarse con ellos y ellas, uno debe ser empático con la sociedad de sordos aprendiendo el lenguaje de señas”, explica.