Cada día, el campamento de desplazados de la aldea de Minkamann, ubicada a unos 150 kilómetros de la capital Yuba y separada de la ciudad de Bor por el Nilo, absorbe más habitantes. Estos últimos huyen de los combates entre los partidarios del Presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, y los partidarios del ex Vicepresidente Riek Machar. Sin embargo, según el personal de Médicos Sin Fronteras – Suiza (MSF) presente en el lugar, la situación está ahora bajo control. En general, la tasa de mortalidad general está por debajo de los niveles de emergencia de 1 muerto/10.000 personas/día.
Este balance más bien alentador tiene su origen en las cinco clínicas que MSF ha abierto en Minkamann a principios de enero de 2014. La organización continúa actualmente sus actividades gracias al apoyo financiero conjunto de la COSUDE y de la Oficina Humanitaria de la Comunidad Europea (ECHO). Casi 100.000 sudsudaneses se benefician de la oferta médica de urgencia creada por MSF.
Desde las vacunas hasta los partos
De las cinco clínicas, cuatro son ambulatorias, y un pequeño hospital bajo una tienda de campaña permite la hospitalización de unos 60 pacientes, ya sean mujeres que han dado a luz o personas en espera de pequeñas intervenciones quirúrgicas. Se ofrece toda la gama de atención primaria y secundaria: tratamiento de heridas o enfermedades transmisibles, consultas prenatales para las mujeres, partos, vacunas terapéuticas (sarampión, meningitis) o preventivas. Y lo que es una novedad mundial, más de 50.000 pacientes se han beneficiado en Minkamann de una primera dosis de vacuna preventiva contra el cólera.
Las clínicas creadas por MSF sirven para paliar las estructuras médicas del país desbordadas o simplemente abandonadas. Al apoyar estas clínicas de urgencia, la COSUDE contribuye a facilitar el acceso de la población de Minkamann a la ayuda humanitaria desplegada. El 60% de los pacientes tiene menos de 5 años y, lo que no debe olvidarse, la población local (no desplazada) ocasiona una décima parte de las consultas registradas.
Acceso al agua potable
Además de la atención médica, MSF proporciona agua potable a los desplazados, así como programas de sensibilización sobre la necesidad de mantener la máxima higiene corporal y alimentaria, lo que en vista de las condiciones resulta todo un reto. Sin embargo, el conocimiento de algunas buenas prácticas que deben observarse permite reducir considerablemente las muertes por diarrea y cólera.
500 m3 (o 500.000 litros) de agua, primero bombeada en el Nilo y después purificada y clorada, se distribuyen diariamente en el campo de Minkamann a través de una red hídrica de 4 kilómetros de longitud. Estos volúmenes de agua cubren el 40% de las necesidades de agua potable de la población en el lugar.
Las mujeres embarazadas y los niños, que constituyen una parte significativa de la población, están particularmente expuestos a los riesgos derivados del agua impropia para el consumo. En el marco de un recuento realizado en febrero de 2014, MSF constató que dos tercios de los pacientes tratados por diarrea sanguinolenta o acuosa eran niños menores de 5 años.
