Emigración e inmigración

La emigración y la inmigración influyen en la demografía suiza. Cada vez más suizas y suizos se mudan al extranjero. Al mismo tiempo, los extranjeros y extranjeras representan una cuarta parte de la población total. 

Una parte creciente de suizas y suizos reside en el extranjero. Entretanto, uno de cada diez suizos vive fuera del país. Entre los siglos XV y XVIII, muchos suizos emigraron para ganarse la vida como mercenarios o huyeron de la pobreza y de los conflictos confesionales. Hoy, sin embargo, emigran con frecuencia los empleados, los estudiantes, los investigadores o los artistas, que dejan Suiza solo transitoriamente para proseguir sus estudios o para ampliar sus experiencias profesionales. También emigran los pensionistas para disfrutar de su jubilación en el extranjero. Tres de cada cuatro emigrantes suizos poseen varias nacionalidades.

Francia y Alemania son los destinos más populares

Dos tercios de los suizos y suizas del exterior viven en un país europeo, con mayor frecuencia en Francia y Alemania. Los destinos más cotizados de los suizos fuera de Europa son EE. UU., Canadá y Australia. 

Suiza tiene, al mismo tiempo, un alto porcentaje de residentes extranjeros: más de una cuarta parte de la población residente no tiene el pasaporte helvético. Sin embargo, más de una quinta parte de los residentes extranjeros nació o se crio en Suiza. En conjunto, un 40 % de los suizos y suizas tiene antecedentes migratorios. El elevado porcentaje de extranjeros refuerza el ya de por sí multicultural carácter de la nación suiza. 

Los italianos y alemanes conforman las colonias extranjeras mayoritarias

Los italianos y alemanes conforman las comunidades de migrantes más grandes de Suiza, con algo más de 300.000 personas cada una. Les siguen los inmigrantes procedentes de Portugal y Francia. Hasta ahora, más de tres cuartas partes de los inmigrantes llegaron a Suiza desde algún país europeo. Al mismo tiempo, aumenta año tras año el porcentaje de las personas con pasaporte extraeuropeo. 

En función del grado de urbanización, de la estructura económica y de la cercanía de la frontera varía mucho el porcentaje de los residentes extranjeros de una región a otra. Así, por ejemplo, el porcentaje de residentes extranjeros alcanza el 40 % en el cantón de Ginebra, mientras que en el cantón de Uri solo se sitúa por encima del 10 %.