Suiza contribuye, con su experiencia, internacionalmente reconocida, a la reforma de las fuerzas de seguridad en África del Norte

Proyecto terminado

Los levantamientos populares de principios de 2011, en África del Norte, iban también dirigidos contra las fuerzas de seguridad, que durante décadas habían apoyado los regímenes dictatoriales de Egipto, Libia y Túnez. Esto hace que la reorientación de las fuerzas armadas estatales – ejército, policía y servicios de seguridad – constituya una urgente necesidad para el éxito de la transición democrática. Suiza, con el Centro de Ginebra para el Control Democrático de las Fuerzas Armadas (DCAF), cuenta con una experiencia reconocida internacionalmente. Desde 2011, los países contraparte que lo demandan reciben apoyo rápido y certero en el proceso de reforma de sus fuerzas de seguridad. Sin embargo, aunque en Túnez, Marruecos, Libia y Egipto la situación presente elementos comunes, los desafíos planteadospor los distintos países sonmuy diferentes.

Región/País Tema Período Presupuesto
África del Norte
Conflito y fragilidad
Empleo y desarrollo económico
Governance
Prevención y transformación de conflictos
Gestión y reforma de los sistemas de seguridad
Financial policy
Desarrollo de los servicios legales y judiciales
01.11.2011 - 31.12.2016
CHF  3’307’792

La reforma de las fuerzas de seguridad es decisiva para restaurar la confianza pública en el Estado
En distintos países de la zona árabe, los levantamientos populares de 2011 pusieron de manifiesto el descontento de la población con unos gobiernos autoritarios y corruptos. Ahora, el pueblo exige reformas políticas generales, siendo en este sentido absolutamente importantes el control y la reorientación de las fuerzas de seguridad. Estas deben respetar las leyes y los derechos humanos, comportarse de modo profesional y apolítico así como, en caso de falta de ética profesional, rendir cuentas ante los órganos civiles de control, tales como el Gobierno, el Parlamento o los tribunales.

Una reforma de las fuerzas de seguridad, es decir una reforma de los servicios de ejército y policía y de los servicios secretos así como de las instituciones que los supervisan y controlan, es decisiva para restaurar la confianza pública en el Estado.

Distintos puntos de partida en los países norteafricanos
La importancia de la reorientación de las fuerzas de seguridad así como la larga duración de este proceso de reformas son comunes a todos los países norteafricanos; sin embargo, el punto de partida de los distintos países es muy diferente: En Egipto, no se permite por el momento ninguna discusión sobre el tema de la reforma de las fuerzas de seguridad. En Túnez, hay un gran interés y la cuestión se centra en las fuerzas de seguridad interna, que han de ser sometidas a control parlamentario. En Marruecos, el reto estriba en la implementación de la Comisión de la Verdad de 2006 para una mejor protección de los derechos humanos. En Libia, a su vez, las estructuras estatales que velan por la seguridad de la población deben ser creadas desde cero.

Experiencia suiza muy solicitada
En este contexto, Suiza, a través del DCAF, apoya a las autoridades civiles, Parlamento y sociedad civil de Túnez, Marruecos, Libia y Egipto en los siguientes cometidos:

  • Elaboración de estrategias de seguridad y de reforma que respondan a las necesidades de la población;
  • Elaboración de leyes que regulen el trabajo de los servicios de seguridad y den a los gremios de vigilancia y control civiles las competencias necesarias y
  • Creación institucional de gremios de vigilancia y control civiles, como, p. ej., comisiones parlamentarias.

Largos procesos de reforma que ya dan sus primeros frutos
La reforma de las fuerzas de seguridad es un proceso de larga duración. Sin embargo, a pesar de su brevedad, el compromiso en África del Norte ha producido ya resultados concretos:

En Túnez

  • El DCAF apoya al Ministerio del Interior en la mejora de las relaciones con los ciudadanos. En octubre de 2011, el entonces ministro del Interior sometió a consulta en una conferencia pública un informe elaborado por el DCAF con medidas para la creación de confianza. Era la primera vez que el Ministerio del Interior consultaba a la población sobre el proyecto de reforma en el sector de la seguridad. Este Ministerio y el DCAF trabajan en la actualidad en la implementación de esta estrategia.
  • El DCAF identificó todos los textos legislativos aplicables al sector de la seguridad (unos 1.700), los digitalizó y los publicó en un banco de datos accesible al público. El trabajo del DCAF es hoy un instrumento importante para la Asamblea constituyente y para varios ministerios para la reforma del marco jurídico del sector de la seguridad.
  • El DCAF organizó conferencias, contribuyendo a abrir un debate público sobre el papel de los servicios secretos y su reglamentación (inexistente). En noviembre de 2011, el Ministerio del Interior anunció la próxima creación de un servicio secreto nacional que estará bajo control parlamentario y reglamentado por ley.

En Marruecos

  • El DCAF, en cooperación con sus organizaciones contraparte, abrió un debate sobre la transparencia en el sector de la seguridad.
  • El DCAF elabora actualmenbte con las instituciones contraparte marroquíes un programa de formación para parlamentarios y funcionarios ministeriales que tengan una función de supervisión de los servicios de seguridad.

Papel pionero de Suiza
Proponiendo su experiencia, de forma totalmente desinteresada, Suiza y el DCAF se han posicionado como contrapartes clave para la reforma de las fuerzas de seguridad en África del Norte. En 2012, se creará un fondo fiduciario DCAF de modo que otros donantes interesados puedan contribuir a financiar el programa de reorientación de las fuerzas de seguridad en África del Norte, en pro de una mejor coherencia y coordinación. Suiza proseguirá con su apoyo y ocupará un lugar en el comité de pilotaje de este fondo fiduciario.

El compromiso suizo en el campo de la reforma del sector de la seguridad está subvencionado por la COSUDE, pero en el comité de pilotaje hay también representantes de la Dirección Política.