«Un desarrollo sostenible no sería posible sin la economía»

En esta entrevista, Patricia Danzi, directora de la COSUDE, habla sobre rol del sector privado en la cooperación internacional, explica cómo las nuevas directrices regulan la cooperación y por qué todos salen ganando si la economía participa en la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible. Un diálogo sobre la lucha contra la pobreza, la igualdad de oportunidades y la dignidad humana.

Entrevista con Patricia Danzi, directora de la COSUDE, sobre el rol del sector privado en la cooperación internacional, la lucha contra la pobreza y la dignidad humana.

La lucha contra la pobreza en el mundo es uno de los 17 objetivos de desarrollo sostenible de la ONU y un objetivo central de la estrategia de cooperación internacional (CI) de Suiza. El sector privado juega un rol decisivo en este ámbito, ya que genera nueve de cada diez puestos de trabajo en los países en desarrollo. Por una parte, los puestos de trabajo generan perspectivas para la población local y contribuyen a reducir la pobreza en los países concernidos. Por otra parte, las empresas responsables pueden mejorar de manera sostenible las condiciones de vida de la población con productos innovadores y sostenibles, p. ej., mediante tecnologías que permiten explotar energías renovables o nuevos medicamentos para curar enfermedades mortales.

A fin de concretizar las modalidades de su trabajo con el sector privado, la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) ha elaborado directrices y un manual. En esta entrevista, Patricia Danzi, directora de la COSUDE, explica por qué Suiza apuesta por el sector privado en su cooperación internacional y la importancia de haber elaborado y publicado nuevas directrices en la perspectiva de un partenariado sostenible.

¿Por qué el sector privado juega un importante rol en la cooperación al desarrollo?

Un desarrollo sostenible no sería posible sin la economía, puesto que tendría que depender totalmente de subvenciones. Si miramos los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la ONU, vemos que nuestras ambiciones son enormes. No se trata de abastecer de agua a un pueblo, sino de garantizar los recursos hídricos para nuestro planeta. Pero para alcanzar estos ambiciosos objetivos, se requiere dinero. Y nosotros no podemos hacerlo solos como Estado. En este caso, la economía puede ser un socio muy útil no solo porque ofrece mayores posibilidades en términos de medios financieros, sino porque a menudo puede liberar fondos más rápidamente como hemos visto en la lucha contra el COVID-19. Esta rapidez y esta flexibilidad pueden ser muy valiosas en la cooperación al desarrollo.

Interesarse por el sector privado significa interesarse por las necesidades de los países socios y de su población.

¿La economía proporciona, entonces, principalmente apoyo financiero?

No deberíamos considerar la cooperación al desarrollo únicamente desde la perspectiva de los donantes, sino situar las necesidades de los países socios en el centro de nuestras preocupaciones. ¿Qué necesitan los afectados y qué les garantiza el desarrollo a largo plazo? Si se pregunta a la población sobre el terreno cuáles son los mayores retos que debe afrontar, esta evoca rápidamente el desempleo y la falta de perspectivas. Muchos países se enfrentan a grandes retos demográficos: jóvenes sin formación, sin trabajo y, en definitiva, sin perspectivas. Es aquí donde interviene Suiza ya sea con su experiencia en la formación profesional, la promoción del sector privado local o la mejora de las condiciones económicas marco. Interesarse por el sector privado significa interesarse por las necesidades de los países socios y de su población.

¿Así que no se trata solo de dinero, sino de permitir a las personas llevar una vida autónoma?

Cuando se ha perdido todo en una guerra, se ha vivido en un campamento de refugiados y se ha dependido de la ayuda humanitaria durante décadas, se acaba perdiendo la dignidad. Ni siquiera se puede alimentar a su propia familia. A menudo se olvida un aspecto de gran importancia: brindar a las personas afectadas la oportunidad de tomar las riendas de sus propias vidas, les devuelve un pedazo de dignidad.

¿En qué medida el sector privado puede jugar un rol de socio ideal en este ámbito?

Cuantas más personas puedan integrarse en una economía a pequeña escala pero eficiente, mejor le irá a la población. Además, el sector privado puede llegar a grupos de población que, de otro modo, quedarían al margen. Tomemos el ejemplo de una mujer soltera que cultiva cereales en su pequeña parcela para alimentar a su familia y vender en el mercado. Gracias a los partenariados económicos locales, tiene acceso a un pequeño crédito, aprende a gestionar ella misma los recursos financieros, a familiarizarse con el sistema bancario local y a invertir. Además, aprende a conocer el mercado y puede, con la ayuda de un smartphone, planificar un poco mejor su trabajo, p. ej., saber cuándo se prevé lluvia o cuándo es un buen día para vender los cereales en el mercado, etc. Las mujeres son microemprendedoras innatas. Hay que resaltar que pequeños estímulos pueden arrojar resultados considerables y mejorar de modo sostenible la situación de ciertos grupos de población.

El rol de la economía local es ampliamente conocido. Pero, ¿qué interés tienen las grandes empresas multinacionales en la cooperación al desarrollo?

En principio el mismo que nosotros, es decir, luchar contra la pobreza. Pero por otras razones. Mientras que para la COSUDE se trata en primer lugar de resolver problemas sociales y de desarrollo, el sector económico se centra más bien en incrementar el poder adquisitivo de la clase media reduciendo la pobreza. 

La sostenibilidad se convierte, pues, en un argumento de venta decisivo.
La imagen muestra a cuatro aprendices instalando equipos sanitarios en el marco de su formación en una escuela de formación profesional en Ucrania.
Un ejemplo de formación profesional: en Ucrania, la COSUDE colabora con la Fundación Swisscontact, activa a nivel internacional, y con la empresa suiza Geberit a fin de mejorar la formación profesional en la técnica de instalaciones sanitarias y ofrecer así a los/las jóvenes instaladores(as) sanitarios(as) una perspectiva profesional. © DFAE

¿Para el sector privado se trata sobre todo de ampliar su mercado?

Para el sector privado, no solo reviste importancia la expansión del mercado en el país de destino, sino también a menudo la base de clientes en el país de origen. La presión por producir productos sostenibles como el café, el chocolate, la ropa, etc., es cada vez mayor. Por consiguiente, quienes declaran su compromiso con los ODS, se benefician en términos de imagen pública. La sostenibilidad se convierte, pues, en un argumento de venta decisivo. Es fundamental que se comuniquen claramente los distintos objetivos desde el principio. Ello es importante tanto para la COSUDE como para las empresas. Los obstáculos para invertir en un país en desarrollo son considerables: los tipos de interés locales son altos y el rendimiento al principio es bajo. La planificación debe ser local y a largo plazo. La colaboración con el sector económico local también reviste gran importancia para las empresas multinacionales, p. ej., para reducir las tasas de interés en cooperación con las instituciones financieras locales. Asimismo, debe existir interés por parte del sector privado en invertir a largo plazo en el mercado final. Es la condición para un rendimiento a largo plazo.

La COSUDE tiene un largo historial de colaboración con el sector privado. Por primera vez, dos documentos oficiales - un manual y directrices - respaldan esta cooperación. ¿Por qué?

Nuestro principal objetivo era aportar claridad. Claridad para el público en general, para los potenciales socios, pero también para nosotros mismos. Por una parte, queríamos hacer un balance explícito de lo que ya está disponible, es decir, directrices y mecanismos de control existentes y, por otra parte, elaborar una lista de control para los proyectos de cooperación. Ello es importante para poder conocer, incluso antes del lanzamiento del proyecto, las expectativas recíprocas tanto aquí en Suiza como en el país socio. Además, ahora trabajamos con un instituto independiente que somete a los socios económicos interesados a un detallado cribado previo. La COSUDE siempre ha procedido así, pero ahora podemos apoyarnos en un análisis externo adicional.

Los nuevos documentos distinguen cuatro ámbitos de acción en la cooperación con el sector privado. ¿Dónde hubo mayor necesidad de clarificación?

La cooperación con el sector privado no es nada nuevo, ni para la COSUDE ni para la cooperación al desarrollo en general. La importancia de un sector económico local que funcione es conocida desde hace tiempo. Desde su fundación, hace 60 años, la COSUDE colabora con el sector privado local en el marco de la cooperación al desarrollo y la mayoría de las ONG también apuestan por la colaboración con socios económicos para implementar sus proyectos. Nosotros también colaboramos estrechamente con otros departamentos en el ámbito de la cooperación internacional. La Secretaría de Estado de Economía (SECO) constituye un socio importante gracias a su experticia en la creación de condiciones marco propicias y a su vasta red en el campo de la economía. Los ámbitos en los que existe mayor necesidad de clarificación son el rol del sector privado regional y multilateral y la contratación pública en Suiza. También es aquí donde surgen la mayoría de los malentendidos, no solo con nuestros socios, sino también a nivel de política interior.

Se ha creado una base de trabajo que permite a todos los participantes mantener debates francos y basados en hechos. Es esencial que todos hablemos de la misma cosa y que hablemos el mismo idioma.

¿Qué espera lograr la COSUDE en este contexto gracias a los nuevos documentos, también en la misma Suiza?

La estrategia de la cooperación internacional (CI) sigue un enfoque sistemático, que también deseamos aplicar en la cooperación con el sector privado. Si queremos evitar frustraciones innecesarias, es esencial mantener un diálogo transparente sobre los objetivos, las condiciones y las expectativas recíprocas. La consulta sobre la estrategia puso de manifiesto que, sobre todo en lo referente al sector privado, existen muchos prejuicios e interrogantes, p. ej., el temor a que los fondos de ayuda al desarrollo acaben en los bolsillos de grandes empresas multinacionales. Estos prejuicios no tienen nada que ver con la realidad. Lo que ocurre, en cambio, es que ambos socios colaboran en un proyecto común. Con la publicación del manual y de las directrices, la COSUDE ha establecido estos principios por escrito y los ha hecho accesibles a todas las partes concernidas. Se ha creado una base de trabajo que permite a todos los participantes mantener debates francos y basados en hechos. Es esencial que todos hablemos de la misma cosa y que hablemos el mismo idioma.

¿Hemos encontrado, entonces, la solución a todos los problemas? ¿Podemos, junto con el sector privado, acabar con la pobreza en el mundo?

Ni las instituciones estatales ni el sector privado o las ONG pueden acabar con la pobreza mundial. Si queremos alcanzar los ambiciosos ODS, todos los socios del desarrollo deben trabajar juntos. La economía no puede sacar a todos de la pobreza. Es cierto que los empleos son importantes, pero por sí solos no resuelven todos los problemas. Podemos hacer la misma constatación en países económicamente desarrollados como Suiza: también aquí no todos tienen trabajo y también aquí se necesitan más redes de protección institucionales para ayudar a esas personas. Algunos grupos de población requieren otras medidas, p. ej., subvenciones, programas de inserción o medidas a nivel multilateral. Pero está claro que el sector privado juega un importante rol en la consecución de los ODS sobre todo en proyectos de gran envergadura. Al final, todos nos beneficiaremos si el sector privado toma mayor conciencia de la necesidad de un desarrollo sostenible y si la economía también contribuye con su experticia a este desarrollo.

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