Tendiendo puentes entre comunidades: Apoyo suizo a los puentes de senderos

El Banco Mundial también apoyó la ampliación de la red de puentes peatonales en Nepal. Faris Hadad-Zervos, Director para Nepal, hace balance.

Retrato de Faris Hadad-Zervos, Director para Maldivas, Nepal y Sri Lanka, Banco Mundial

Faris Hadad-Zervos. Director para Maldivas, Nepal y Sri Lanka, Banco Mundial © COSUDE

Adornado con colinas, montañas y una vasta red de caudalosos ríos y arroyos, el diverso paisaje de Nepal es un espectáculo. Sin embargo, en este cautivador terreno encontramos obstáculos naturales a la conectividad y la accesibilidad. Aquí los puentes de sendero son indispensables, sobre todo para las comunidades rurales remotas. A día de hoy, un millón de personas cruzan diariamente uno de los casi diez mil puentes de Nepal en trayectos más cortos y más seguros para acudir al trabajo, la escuela, los centros sanitarios, los eventos sociales y otros lugares.

La historia de éxito de los puentes de sendero de Nepal debe mucho al apoyo técnico continuo de Suiza, que se remonta a la década de 1960. La evolución de esta alianza a lo largo de las décadas ha permitido forjar las normas técnicas, garantizar y mejorar la calidad, llevar a cabo estudios y analizar iniciativas, así como facilitar becas y formación a los ingenieros nepalíes. Y en 2015, al comenzar Nepal su transición al federalismo, este importante apoyo a la creación de capacidad se hizo extensivo al plano local, cuando las unidades administrativas recién formadas (palikas) asumieron la tarea de construir los puentes. 

Basándose en la ayuda suiza, el Banco Mundial se enorgullece de haber desempeñado también un papel en esta historia.
Faris Hadad-Zervos

Gracias a esos esfuerzos, los puentes son el fruto de una empresa íntegramente nepalí. Las comunidades locales lanzaron los proyectos y estos fueron ejecutados mayoritariamente por los palikas y construidos por ingenieros nepalíes con materiales de fabricación nacional, lo que no era tarea fácil. Como contrapartes del desarrollo, esta es la máxima aspiración de nuestro trabajo: crear intervenciones transformadoras en las que las comunidades locales asumen la responsabilidad.

Los beneficios de estos puentes van mucho más allá de evitar los peligros de cruzar los ríos y acortar los trayectos; han creado empleo en la construcción, han impulsado la asistencia a las escuelas e incluso han generado turismo. Las mujeres han sentido especialmente la mejora, ya que suelen asumir la mayor parte de las tareas que requieren desplazamientos. El 53% de quienes cruzan diariamente los puentes son mujeres y menores que llevan a cabo tareas domésticas, como recolectar leña o apacentar el ganado.

Transmitir los conocimientos

Basándose en la ayuda de Suiza, el Banco Mundial se enorgullece de haber desempeñado también un papel en esta historia. Entre 2009 y 2013, el Banco Mundial financió la ampliación de la red de puentes de sendero como parte del proyecto Rural Access Improvement and Decentralization, que brindó apoyo a la construcción de 745 de esos puentes. También la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación proporcionó medio millón de dólares estadounidenses para esta iniciativa.

Ahora que el apoyo de Suiza a los puentes de senderos de Nepal se acerca a su capítulo final el próximo noviembre, las lecciones de su éxito seguirán inspirando los esfuerzos por mejorar la conectividad tanto en Nepal como en otros países. En Nepal queda mucho trabajo por hacer. Hace falta construir más y mejores carreteras, autopistas y puentes para reforzar la conectividad rural. No obstante, seguimos siendo optimistas. Al igual que en el caso de éxito de los puentes de sendero, creemos que el enfoque idóneo reside en la colaboración continua entre administraciones, la transferencia de tecnología, el diseño innovador y la mejora de capacidad.

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