La cooperación internacional de Suiza: 60 años de flexibilidad

En 1961, el Consejo Federal nombró al primer delegado para la cooperación al desarrollo. Con ocasión del 60 aniversario del nacimiento de la cooperación internacional suiza, la COSUDE analiza los logros alcanzados, los desafíos actuales, como la Covid-19 o el cambio climático, y mira al futuro. En sus 60 años de existencia, la COSUDE ha ido adaptando su labor a nuevos desafíos, razón por la que Suiza sigue siendo una actora fidedigna de la cooperación internacional.

El lema "Ayudar a las personas a ayudarse a sí mismas", establecido en los años 60, sigue siendo válido para la cooperación internacional en la actualidad. © COSUDE

En los últimos 60 años, la población mundial ha aumentado más del doble, pasando de 3.070 millones a 7.870 millones de personas. La globalización ha acrecentado enormemente la interconexión entre la economía, la política, la cultura y la comunicación, y la revolución digital está produciendo transformaciones que marcarán de forma histórica las sociedades y las culturas de todos los países. Con ello, incluso después de 60 años y a pesar de los grandes progresos logrados, la cooperación internacional (CI) de Suiza sigue enfrentándose a complejos desafíos 

Covid-19

La propagación del nuevo coronavirus exigió una pronta respuesta de la CI. Las consecuencias de esta crisis son especialmente graves para los países en desarrollo. Ya antes de la Covid-19, muchos sistemas educativos de los países en desarrollo se enfrentaban a problemas como las deficiencias en infraestructuras, capacidades y calidad de la enseñanza. El cierre de escuelas a causa del coronavirus en países contraparte de la COSUDE, agrava aun más la situación social y económica a largo plazo de la población local. 

Los niños afectados podrían quedarse atrás en la escuela, no finalizar sus estudios y perder, con ello, la oportunidad de incorporarse a la vida profesional. Con el fin de amortiguar los efectos económicos, sociales y sanitarios de la crisis, y para evitar que se reviertan los progresos logrados en la cooperación al desarrollo, Suiza ha adoptado rápidamente medidas. Proporciona ayuda humanitaria de emergencia, apoyando las acciones internacionales y orientando los proyectos y programas de desarrollo en curso a la superación de la Covid-19. 

Pobreza

La pobreza tiene rostro de mujer. Leyes y normas sociales discriminatorias hacen que el 70% de las personas que viven en pobreza extrema sean mujeres. Este es el caso, p. ej., en Benín, donde las mujeres carecen de derecho institucional a heredar la tierra de su difunto marido. Dado que cuentan con bajos ingresos, tras la muerte de su cónyuge apenas pueden obtener un crédito para comprar tierra. En esta sociedad agrícola, por tanto, las mujeres tienen escasas posibilidades. 

Cambio climático

También las consecuencias del creciente cambio climático se perciben sobre todo allí donde los medios de vida de las personas dependen directamente de la naturaleza. Las secuelas aumentan la pobreza, el hambre y los movimientos migratorios. Los ganaderos de Etiopía, p. ej., notan estos efectos. En los últimos 40 años, las variaciones climáticas están teniendo un impacto notable en los pastos, los recursos hídricos y el ganado. A finales de los 90, las sequías aumentaron y las lluvias escasearon, provocando la actual escasez de leche, mantequilla y otros productos animales. Una imagen que puede observarse en todo el planeta. 

Éxodo y migración

En el mundo hay más de 70 millones de desplazados que huyen de los conflictos armados, la persecución, el creciente autoritarismo, la continua violencia de género y la violación de los derechos humanos. La CI de Suiza persigue reducir las causas del éxodo y de la migración irregular y crear sobre el terreno perspectivas a largo plazo. 

La CI de Suiza sigue siendo importante para contrarrestar estos fenómenos. Su actuación debe seguir siendo ágil, eficiente y eficaz, tal y como lo ilustra el ejemplo de la Covid-19. La flexibilidad adoptada en la estrategia de la cooperación internacional ha permitido a Suiza responder rápida y específicamente a las necesidades de las personas en todo el mundo. 

Usar tendencias y partenariados para lograr un mayor impacto

La cooperación internacional suiza no sólo se adapta, sino que sigue previsoramente las tendencias actuales para aumentar su eficacia e impacto. 

Hemos adaptado la cooperación internacional a las tendencias actuales, desarrollando nuevos métodos de reducción de la pobreza.
Consejero Federal Ignazio Cassis

«Hemos adaptado la cooperación internacional a las tendencias actuales, desarrollando nuevos métodos de reducción de la pobreza. Crear empleo, combatir el cambio climático, reducir la migración irregular y promover la buena gobernanza son los cuatro puntos prioritarios con los que queremos contribuir a la seguridad y el bienestar en los países en desarrollo, y con ello también entre nosotros», dice el Consejero federal Ignazio Cassis, subrayando la importancia de la CI en los tiempos que corren.

En este sentido, las nuevas tecnologías desempeñan un papel fundamental. Por ejemplo, el acceso universal a la información a través de Internet o las aplicaciones móviles en los sectores financiero y sanitario repercuten positivamente en el desarrollo político, social y económico también de los países.

La ciencia y el sector privado

En el uso de las nuevas tecnologías en la CI, la COSUDE apuesta por la cooperación con la comunidad científica y el sector privado. El potencial innovador del sector privado es fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Un buen ejemplo de este tipo de partenariado es la colaboración con la Medicines for Malaria Venture (MMV) de Ginebra. La combinación desde 1999 de los conocimientos médicos de la MMV y la competencia de la COSUDE posibilitó la investigación de un medicamento de bajo coste contra la malaria, que, hasta la fecha, se ha utilizado más de 250 millones de veces en más de 50 países. 

 

Un instructor muestra a un grupo de hombres con casco cómo armar tubos de plástico.
El sector privado es fundamental para la creación de empleo. © Sudokkho

Sin embargo, también el sector privado local reviste gran importancia visto que es la columna vertebral de la economía de los país industrializados y en desarrollo. Lo primordial es crear puestos de trabajo. En Kosovo, por ejemplo, el sector público tiene poco margen de maniobra para crear directamente nuevos empleos privados, una situación que se repite en todo el mundo. Por ello, la COSUDE, en colaboración con pymes kosovares, apoya un proyecto en los sectores alimentario y turístico, que aumenta la productividad agrícola y promociona a Kosovo como destino de turismo estival e invernal. El desarrollo de estos sectores crea automáticamente más puestos de trabajo y nuevas perspectivas para las personas sobre el terreno.

60 años de «ayuda a la autoayuda»

En los años 60, todavía se pensaba que el problema de la pobreza en el mundo podría resolverse en pocos años. Esta idea se basaba en el hecho de que también Europa se había reconstruido con relativa rapidez después de la Guerra. Sin embargo, la desilusión no tardó en llegar, y las expectativas de la generación fundadora de la ayuda al desarrollo en los años 60 no se cumplieron. Al contrario. Y así, a lo largo de las décadas, los campos de actividad de la COSUDE se han vuelto más complejos.

 

Las tendencias internacionales, como la protección del medio ambiente, han tenido un impacto duradero en la cooperación internacional de Suiza. © COSUDE

La COSUDE tiene una historia estrechamente ligada al acontecer mundial, y debe seguir sabiendo adaptarse. La cooperación suiza al desarrollo, por entonces conocida como asistencia técnica, dio sus primeros pasos al finalizar la Segunda Guerra Mundial cuando gran parte de Europa estaba en ruinas. Suiza también contribuyó a la reconstrucción. No fue hasta los años 50 cuando Suiza extendió su compromiso más allá de las fronteras europeas. Cuando el precursor de la COSUDE, el Servicio de cooperación técnica, se integró en el Departamento político federal (hoy DFAE) y el Consejo Federal nombró al primer Delegado de cooperación técnica, el 17 de marzo de 1961, la cooperación suiza al desarrollo había tomado una primera forma. Posteriormente, se estableció con el lema «Ayuda a la autoayuda», un lema que sigue vigente hasta hoy.

Adaptación a las tendencias

En la cooperación al desarrollo, lo mismo que en la moda, también hay tendencias. Y así marcan décadas la crisis de la deuda de los países en desarrollo, tras la Gran Depresión y la crisis del petróleo en los años 70, el movimiento ecologista y el concepto de sostenibilidad en los años 80, y la independencia de los Estados de la antigua Unión Soviética tras la caída del Muro de Berlín, todos con un gran impacto en la labor de la COSUDE.

Años 60: Modernización

El periodo de posguerra en Europa estuvo marcado por el crecimiento económico y la innovación tecnológica. En los años 60, en los círculos de desarrollo predominaba la idea de la modernización. Por entonces, la ayuda al desarrollo partía de la premisa de que el subdesarrollo era el resultado del atraso técnico y económico. Apoyar a los países en desarrollo a través de la modernización en estos ámbitos se consideraba el instrumento de primera elección en la cooperación al desarrollo. En este periodo, la ayuda suiza al desarrollo se dio a conocer internacionalmente con una serie de proyectos técnicos innovadores. Un ejemplo es la construcción de puentes colgantes en Nepal por ingenieros suizos en colaboración con los nepalíes bajo las condiciones más humildes. Los técnicos vivían en tiendas de campaña o en refugios provisionales y todos los materiales de construcción tenían que transportarse desde lejos. Estos proyectos pioneros tuvieron un impacto a largo plazo.

1973: El Cuerpo suizo de ayuda en caso de desastre

Ya en 1971, el Consejo Federal sentó las bases de la ayuda suiza en caso de catástrofe. Tras un llamamiento de la Administración federal en 1973, se formó a 1000 voluntarios para operaciones de ayuda internacional en caso de desastre. La primera operación la realizaron 99 miembros del Cuerpo suizo de ayuda en caso de desastres, que fueron desplegados en septiembre de 1974 a la zona de sequía y hambruna de la cuenca del lago Chad. En los años 70, la Ayuda humanitaria se convirtió en una institución importante para Suiza, con un gran respaldo entre la población.

Años 80: El concepto de sostenibilidad

El uso de la energía nuclear, la destrucción de los bosques y otros hábitats naturales y la toma de conciencia sobre la finitud de los recursos naturales se reflejaron en la cooperación suiza al desarrollo en los años 80. Un informe pionero encargado por la ONU, el llamado Informe Brundtland, describió por primera vez el concepto de sostenibilidad.

El desarrollo sostenible es el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas.
Informe Brundtlandt

La conciencia de que la buena gestión de los recursos y la naturaleza es crucial para el desarrollo también se instauró en la cooperación suiza al desarrollo. Desde la década de los noventa, todos los nuevos proyectos se conciben de forma que su planificación integre la protección del medio ambiente en todas sus dimensiones. Más tarde, se añadieron los temas transversales de la igualdad de género y la buena gobernanza.

1991: Disolución de la Unión Soviética

La caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989, la reunificación de Alemania (dividida desde 1945) en octubre de 1990, y la disolución de la Unión Soviética a finales de 1991 fueron manifestaciones de una convulsión política sin precedentes en Europa, de la que surgieron 28 Estados con una población de 429 millones de habitantes. Suiza reaccionó rápidamente a los cambios políticos acaecidos en el Este y fue uno de los primeros países en implicarse en la Europa Oriental. La ayuda oficial de Suiza comenzó tras esa transformación, principalmente mediante la ayuda alimentaria y el suministro de leche y queso. Entretanto, están en primer plano el fortalecimiento de los derechos humanos y la democracia mediante la creación de instituciones basadas en el Estado de derecho y cercanas a la ciudadanía, el fomento del desarrollo económico y social, y el uso sostenible de los recursos naturales.

Desde el año 2000: Objetivos comunes para un desarrollo sostenible

En septiembre de 2000, 189 Estados miembros de Naciones Unidas adoptaron los Objetivos de Desarrollo del Milenio con el cometido primordial de combatir la pobreza extrema, que ya no se definía solo por los bajos ingresos, sino también por la falta de oportunidades y perspectivas. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) debían alcanzarse para 2015 y fueron sustituidos el 1 de enero de 2016 por la Agenda 2030 con sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). A diferencia de los ODM, la Agenda 2030 es aplicable a todos los Estados y no sólo a los países en desarrollo. La actual Estrategia de Cooperación Internacional de Suiza 2021-2024, brújula de todas las actividades de la COSUDE, también se basa en la Agenda 2030.

Una actora muy solicitada en todo el mundo

Suiza es un actor creíble en el alivio de la necesidad y la pobreza en todo el mundo. © COSUDE

La cooperación internacional forma parte de la tradición humanitaria de Suiza. En el pasado, se ha distinguido por adaptarse constantemente a las circunstancias históricas, políticas y de la sociedad civil del momento, en los contextos más diversos. Por ello son muy solicitados los conocimientos y la experiencia que Suiza ha adquirido en el ámbito de la cooperación internacional en los últimos 60 años. También gracias a esta experiencia, Suiza es una actora fidedigna para mitigar la penuria y la pobreza en todo el mundo, velar por el respeto de los derechos humanos, promover la democracia y proteger el medio ambiente.

Con el fin de que la COSUDE logre sus objetivos también en el futuro, la directora Patricia Danzi se propone seguir adaptándolos a las nuevas realidades políticas mundiales, establecer una red aun más densa, reforzar la medición del impacto de su trabajo e implicar aun más a sus contrapartes en los países en desarrollo.

Una brújula estratégica para los próximos cuatro años

La cooperación internacional suiza lleva 60 años adaptándose al acontecer mundial. Así lo demuestra también la nueva Estrategia de Cooperación Internacional 2021-2024.

A finales de enero de 2020, tras haber analizado la situación mundial actual y evaluado las tendencias que podrían ser importantes en el futuro, el Consejo Federal publicó su Estrategia de Política Exterior 2020-2023, en la que define objetivos generales.

La Estrategia de la CI, derivada de la Estrategia de Política Exterior, persigue cuatro objetivos en cuatro regiones prioritarias. Al concentrarse geográficamente (Europa del Este, África del Norte y Oriente Medio, África Subsahariana, y Asia Central, del Sur y del Sudeste), la estrategia refuerza la eficacia y la eficiencia de la CI. Sus cuatro objetivos tienen la misma importancia y contribuyen a reducir la pobreza e implementar la Agenda 2030. Son los siguientes:

  • creación de empleos locales dignos
  • lucha contra el cambio climático
  • reducción de las causas del éxodo y la migración irregular
  • compromiso con el Estado de derecho

Las estrategias temáticas, como la estrategia de CI, complementan las estrategias geográficas, como la estrategia del DFAE para África Subsahariana o la estrategia MENA (Oriente Medio y África del Norte), estando coordinadas entre sí. De esta forma, se aumenta la eficacia del compromiso exterior de Suiza, se evitan duplicidades y se aprovechan las sinergias entre los organismos federales involucrados y las contrapartes externas.

Esta interrelación de las estrategias es importante para que Suiza pueda implementar de forma coordinada su política exterior en todo el mundo y garantiza una actuación coherente y unitaria.

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